Los bollos suecos de cardamomo (Kardemummabullar) rinden 12 porciones, con 30 minutos de preparación, 25 minutos de horneado y 2h 25m en total. Masa esponjosa con cardamomo, mantequilla, azúcar y leche, trenzada en nudos dorados con azúcar perlado. Aroma cálido, textura suave y un sabor auténtico para fika o celebraciones.
Bollos nórdicos de cardamomo para hornear en casa
Descubre la textura, el aroma y el encanto de los bollos suecos de cardamomo (Kardemummabullar)
Los bollos suecos de cardamomo (Kardemummabullar) son un clásico de la repostería escandinava, conocidos por su forma trenzada y su inconfundible aroma a cardamomo recién molido. Suaves, esponjosos y con un toque de mantequilla, representan la tradición del fika, la pausa sueca para disfrutar de un café acompañado de un dulce casero. La combinación de especias, azúcar y una masa enriquecida convierte estos bollos en una experiencia que mezcla sencillez con refinamiento.
Su atractivo visual reside en los nudos característicos que atrapan el relleno de cardamomo y mantequilla, logrando que cada bocado ofrezca capas aromáticas y un sabor profundo. Con una cubierta dorada y azúcar perlado en la superficie, resultan irresistibles tanto para el paladar como para la vista.
Origen e historia de los bollos suecos de cardamomo
El cardamomo llegó a Escandinavia a través de antiguas rutas comerciales desde Asia y pronto se convirtió en una especia esencial en la repostería del norte de Europa. En Suecia, la tradición de elaborar panecillos especiados se consolidó en el siglo XX, cuando los panaderos empezaron a usar cardamomo como alternativa a la canela. Desde entonces, los Kardemummabullar se han convertido en uno de los símbolos gastronómicos más reconocidos de la cultura sueca y en una pieza clave en celebraciones familiares y encuentros sociales.
El papel de los ingredientes en el resultado final
- Cardamomo: el protagonista absoluto, aporta notas florales y cítricas con un toque picante que distingue a estos bollos de otras masas dulces.
- Mantequilla: ofrece suavidad, jugosidad y enriquece tanto la masa como el relleno, aportando un sabor cremoso.
- Azúcar: equilibra las especias y crea la caramelización en la superficie dorada.
- Levadura: proporciona esponjosidad y aire en la miga, garantizando un bocado ligero.
- Leche: aporta humedad y suavidad, logrando que la masa sea tierna y aromática.
- Harina: base estructural que permite formar y trenzar los característicos nudos.
Cada uno de estos elementos contribuye a que los bollos suecos de cardamomo sean irresistibles, creando un equilibrio entre aroma, sabor y textura.
Por qué te encantarán estos bollos
- Autenticidad nórdica en cada bocado
- Forma trenzada atractiva, fácil de lograr en casa
- Aromáticos y suaves, con especias que llenan la cocina de calidez
- Perfectos para acompañar un café o un desayuno especial
- Congelables y fáciles de recalentar, ideales para planificar con antelación
Tradición y disfrute cultural
Los Kardemummabullar representan hospitalidad y calidez. En Suecia se sirven tanto en reuniones informales como en celebraciones familiares. Su proceso de elaboración, desde amasar hasta formar los nudos, invita a compartir momentos en la cocina, convirtiéndolos en una receta que une tradición y cercanía.
Conservación y preparación anticipada
- Temperatura ambiente: se conservan en un recipiente hermético durante 2 días
- Congelación: aguantan hasta 2 meses en el congelador bien envueltos
- Recalentado: se recuperan en horno a 150 °C (300 °F) durante 8–10 minutos para devolverles su aroma y suavidad
Bollos suecos de cardamomo en la mesa
Ideales para el desayuno, la merienda o una tarde de fika, los bollos de cardamomo son versátiles y siempre bien recibidos. Servidos calientes, su aroma especiado y su textura esponjosa transmiten una sensación de confort que los convierte en el acompañamiento perfecto para cualquier ocasión especial.
- Activar la levadura:
Calentar la leche (240 ml / 1 cup) a 38–43 °C (100–110 °F). Añadir la levadura (7 g) y 15 g (1 tbsp) de azúcar. Dejar reposar 10 minutos hasta que aparezca espuma. - Mezclar la masa:
En un bol grande combinar la harina (420 g / 3 1/2 cups), la sal (3 g / 1/2 tsp), el cardamomo (2 g / 1 tsp) y el azúcar restante. Agregar la mezcla de levadura y la mantequilla ablandada (75 g / 1/3 cup). Mezclar hasta formar una masa. - Amasar la masa:
Trasladar a una superficie enharinada y amasar durante 8–10 minutos hasta que esté suave y elástica. La masa debe rebotar ligeramente al presionarla con un dedo. - Primer levado:
Colocar la masa en un bol engrasado, cubrir con un paño y dejar reposar 60 minutos a temperatura ambiente hasta que duplique su tamaño. - Preparar el relleno:
Batir la mantequilla ablandada (115 g / 1/2 cup) con el azúcar (100 g / 1/2 cup) y el cardamomo (4 g / 2 tsp) hasta lograr una pasta suave. - Formar los bollos:
Extender la masa en un rectángulo de 30x40 cm (12x16 pulgadas). Untar el relleno de manera uniforme. Doblar la masa en tres partes a lo largo y cortar en 12 tiras. Retorcer cada tira y formar un nudo. - Segundo levado:
Colocar los nudos en bandejas con papel de hornear. Cubrir con un paño y dejar reposar 30 minutos hasta que se vean inflados. - Huevo batido y decoración:
Pintar los bollos con el huevo batido (50 g) y espolvorear con el azúcar perlado (30 g). - Hornear los bollos:
Hornear en horno precalentado a 190 °C (375 °F) durante 20–25 minutos, hasta que estén dorados y aromáticos. - Enfriar y servir:
Pasar los bollos a una rejilla para enfriar. Servir templados o a temperatura ambiente.
FAQ question¿Qué puedo usar si no tengo cardamomo?
Puedes sustituir el cardamomo por canela o nuez moscada, pero el sabor será diferente. El cardamomo es la especia clave y lo ideal es usar vainas recién molidas para obtener el aroma auténtico.
FAQ question¿Por qué no sube bien mi masa?
La causa más común es la levadura inactiva o un líquido demasiado caliente o frío. La leche debe estar entre 38–43 °C. Además, revisa la fecha de caducidad de la levadura y asegúrate de dejar reposar la masa en un ambiente cálido y sin corrientes de aire.
FAQ question¿Cómo se conservan los bollos suecos de cardamomo?
Guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 2 días. Para más tiempo, congélalos hasta 2 meses. Recalienta en el horno a 150 °C (300 °F) durante 8–10 minutos para recuperar suavidad y aroma.
FAQ question¿Se puede congelar la masa en lugar de los bollos horneados?
Sí, los bollos formados pueden congelarse antes de hornear. Colócalos en una bandeja hasta que estén firmes, después guárdalos en bolsas de congelación. Descongela en la nevera durante la noche, deja levar 30–40 minutos a temperatura ambiente y hornea como indica la receta.
FAQ question¿Cómo puedo servir y decorar estos bollos?
Lo más tradicional es espolvorear azúcar perlado sobre los bollos antes de hornear. También puedes pincelarlos con un almíbar ligero tras el horneado para dar brillo. Se sirven calientes con café o té, en desayunos o meriendas.
FAQ question¿Son aptos para una dieta sin gluten o sin lactosa?
La receta original contiene harina de trigo, mantequilla y leche. Para una versión sin gluten, usa harina panificable sin gluten. Para versión sin lactosa, reemplaza con leche vegetal y margarina vegana. Para opción vegana, sustituye el baño de huevo por bebida de avena o almendra.
FAQ question¿Por qué me quedaron secos o densos los bollos?
Generalmente es por exceso de harina o un levado insuficiente. Pesa bien los ingredientes, amasa hasta que la masa esté elástica y respeta los tiempos de reposo. La masa hidratada y el levado adecuado garantizan bollos esponjosos y suaves.
Hemos probado y perfeccionado estos bollos de cardamomo en nuestro trabajo de panadería profesional para lograr un resultado auténtico y consistente en cada horneado. Nuestra experiencia asegura bollos aromáticos y de calidad de pastelería en tu mesa.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Disfrutar de los bollos suecos de cardamomo en casa
Los bollos suecos de cardamomo (Kardemummabullar) aportan a la mesa el sabor auténtico de la repostería nórdica. Con solo 30 minutos de preparación y un total de poco más de dos horas, el resultado son piezas doradas, esponjosas y aromáticas, con capas rellenas de mantequilla, azúcar y cardamomo. Su forma trenzada los hace irresistibles a la vista y al paladar, perfectos para compartir en familia o con amigos.
Sabor y textura
El carácter único de estos bollos proviene del cardamomo recién molido, que añade notas florales y cítricas con un toque especiado. Combinado con mantequilla y azúcar, crea un equilibrio entre dulzor y especias. La masa queda ligera y aireada, mientras que la superficie se carameliza en el horno, ofreciendo un contraste crujiente adornado con azúcar perlado.
Versatilidad y opciones dietéticas
Los Kardemummabullar pueden adaptarse a distintas necesidades. Existen versiones sin gluten elaboradas con mezclas panificables especiales, opciones sin lactosa con leche y mantequilla vegetales, e incluso una variante vegana sustituyendo el baño de huevo por bebida vegetal. Estas posibilidades mantienen la esencia de la receta, haciéndola accesible a más personas.
Conservación y preparación anticipada
Estos bollos se conservan a temperatura ambiente durante 2 días y congelan muy bien hasta 2 meses. Con un simple recalentado en el horno a 150 °C (300 °F) durante 8–10 minutos, recuperan la suavidad y el aroma iniciales, lo que los convierte en una preparación ideal para anticipar celebraciones o planificar desayunos.
Un momento especial
El equilibrio entre sabor, sencillez y tradición convierte a los bollos de cardamomo en una receta única. Son perfectos para disfrutar durante el fika sueco, acompañar un café matutino o servir en ocasiones festivas. Cada bocado transmite hospitalidad y calidez, haciendo de estos bollos la elección perfecta para crear recuerdos en la mesa.
Alérgenos
- Gluten (harina de trigo)
- Lácteos (leche, mantequilla)
- Huevo
Consejos de sustitución
- Sin gluten: usar una mezcla de harina panificable sin gluten (la textura variará).
- Sin lácteos: sustituir leche y mantequilla por alternativas vegetales.
- Sin huevo: reemplazar el baño de huevo por leche de avena o de almendra.
Vitaminas y minerales (por porción)
- Vitamina B1: 0,2 mg – favorece el metabolismo energético
- Vitamina B2: 0,15 mg – contribuye a la salud de la piel y los ojos
- Vitamina B3: 2 mg – apoya el sistema digestivo y nervioso
- Vitamina B6: 0,1 mg – fortalece el sistema inmunitario
- Vitamina B12: 0,3 µg – esencial para los glóbulos rojos
- Calcio: 45 mg – mantiene huesos fuertes
- Hierro: 1,2 mg – ayuda al transporte de oxígeno
- Magnesio: 18 mg – favorece la función muscular
- Potasio: 120 mg – regula el equilibrio de líquidos
- Zinc: 0,6 mg – refuerza el sistema inmune
Antioxidantes (por porción)
- Polifenoles: 40 mg – protegen las células del estrés oxidativo
- Flavonoides: 25 mg – benefician la salud cardiovascular
- Lignanos: 10 mg – apoyan el equilibrio metabólico
- Vitamina E: 0,3 mg – protege frente al daño celular