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Receta de Kanelbullar

El delicioso aroma de los bollos de canela suecos

Un clásico de la repostería escandinava

Si hay un dulce que evoca instantáneamente la calidez y la tradición de la cocina sueca, ese es el Kanelbullar, el clásico bollo de canela sueco. Su textura esponjosa, su inconfundible aroma a canela y su sutil dulzura lo han convertido en un imprescindible de la cultura nórdica. Más allá de ser un simple postre, estos bollos representan la esencia del fika, la popular costumbre sueca de hacer una pausa para el café acompañada de algo dulce y casero.

Lo que hace especial a los Kanelbullar es su equilibrio entre la suavidad de la masa, el toque especiado del cardamomo y la intensidad de la canela. A diferencia de los cinnamon rolls americanos, que suelen llevar un glaseado de azúcar, los bollos suecos mantienen un sabor más refinado y una superficie dorada, decorada con azúcar perlado para darle un ligero toque crujiente.

Prepararlos en casa es una experiencia única, ya que no solo permite disfrutar de su sabor recién horneado, sino que también da la oportunidad de personalizar la receta con distintos ingredientes o variaciones. Desde la elección de la harina hasta el tiempo de fermentación, cada pequeño detalle influye en el resultado final.

La clave para unos Kanelbullar perfectos

La importancia de un buen amasado y fermentación

El secreto de unos bollos de canela esponjosos y bien formados está en el tiempo y la paciencia. La masa debe ser trabajada lo suficiente para desarrollar el gluten y permitir que la fermentación haga su magia.

  • El uso de harina con un buen nivel de proteína garantiza una estructura más elástica y aireada.
  • El tiempo de fermentación influye en el sabor: un reposo lento en la nevera durante la noche intensifica la textura y el aroma.
  • El amasado correcto ayuda a que los bollos queden tiernos y bien desarrollados.

Si la fermentación es insuficiente, los bollos pueden quedar densos y poco esponjosos. Por ello, es recomendable dejarlos reposar en un lugar cálido hasta que dupliquen su tamaño antes de formar los rollos.

Un relleno con la cantidad justa de canela

El relleno es el corazón del Kanelbullar, y encontrar la proporción exacta de canela, azúcar y mantequilla es clave para que el sabor sea equilibrado y no empalagoso.

  • El azúcar moreno aporta un toque caramelizado y mantiene la humedad de la masa.
  • Un pellizco de sal en el relleno resalta el sabor de la canela y equilibra la dulzura.
  • La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para facilitar su distribución en la masa.

Al extender el relleno sobre la masa, es importante hacerlo de manera uniforme para garantizar que cada bocado tenga la misma explosión de sabor.

Técnicas para dar forma a los bollos de canela

Hay diferentes formas de darles una apariencia única a los Kanelbullar. La más sencilla consiste en enrollar la masa, cortarla en rodajas y colocarlas en la bandeja de horno. Sin embargo, en Suecia es común encontrar versiones más elaboradas, como los bollos trenzados o en forma de nudo, que no solo quedan visualmente atractivos, sino que también permiten que el relleno se distribuya mejor en cada capa.

  • Corte clásico: la masa se enrolla y se corta en espirales.
  • Nudos trenzados: se cortan tiras de masa que luego se retuercen y se anudan.
  • Forma de espiral retorcida: permite un horneado uniforme y una mejor caramelización del azúcar.

Cada una de estas técnicas ofrece un resultado distinto en textura y apariencia, pero todas mantienen el sabor característico de los Kanelbullar auténticos.

El toque final: huevo y azúcar perlado

Para lograr el acabado dorado y brillante de los bollos de canela suecos, es fundamental barnizarlos con huevo batido antes de hornearlos. Esto no solo les da un color más atractivo, sino que también ayuda a que la cobertura de azúcar perlado se adhiera mejor a la superficie.

Una alternativa para quienes prefieren un toque extra de dulzura es pintarlos con un almíbar ligero justo después de sacarlos del horno, lo que aporta un brillo especial y ayuda a mantener la humedad.

¿Por qué hacer Kanelbullar en casa?

Aunque hoy en día es posible encontrar Kanelbullar en panaderías y supermercados, ninguna versión industrial puede igualar la calidad de los hechos en casa.

Ventajas de hacerlos tú mismo:

  • Puedes controlar los ingredientes y ajustar el nivel de azúcar y especias a tu gusto.
  • No contienen conservantes ni aditivos artificiales.
  • La textura es más tierna y esponjosa cuando están recién horneados.

Además, la satisfacción de preparar estos bollos desde cero y disfrutar de su aroma mientras se hornean es incomparable.

Cómo conservar los Kanelbullar por más tiempo

Para mantener los bollos frescos y esponjosos, es recomendable almacenarlos en un recipiente hermético.

  • A temperatura ambiente, duran hasta 3 días sin perder su textura.
  • En el congelador, pueden conservarse hasta 3 meses y recuperan su frescura tras unos minutos en el horno.
  • Antes de servirlos, se pueden calentar ligeramente para que recuperen su suavidad y aroma.

Un emblema de la gastronomía sueca

Los Kanelbullar no solo son un dulce típico, sino también un símbolo de la tradición sueca. Tanto es así que en Suecia existe un día especial para celebrarlos: el Kanelbullens Dag, que se festeja cada 4 de octubre.

Ya sea para un desayuno especial, una merienda con amigos o simplemente para disfrutar de un momento de indulgencia, estos bollos de canela suecos son la opción perfecta para cualquier ocasión.

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Ingredientes de la receta
**Ingredientes para la masa:
250 ml (1 taza) leche entera, tibia
75 g (⅓ taza) mantequilla sin sal, derretida
50 g (¼ taza) azúcar
1 cucharadita sal
1 cucharada cardamomo molido
7 g (2¼ cucharaditas) levadura seca
400 g (3 ¼ tazas) harina de trigo
**Ingredientes para el relleno:
100 g (7 cucharadas) mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
100 g (½ taza) azúcar moreno
**Ingredientes para la cobertura:
1 huevo, batido (para pincelar)
2 cucharadas azúcar perlado
La cantidad producida por la receta.
Porciones: 12 bollos
Instrucciones de preparación
  1. Preparar la masa: En un bol grande, mezclar la leche tibia con la mantequilla derretida, el azúcar, la sal y el cardamomo. Añadir la levadura y dejar reposar durante 5 minutos hasta que empiece a espumar.
  2. Amasado: Incorporar poco a poco la harina y amasar durante 10 minutos hasta obtener una masa elástica y homogénea. Cubrir con un paño y dejar reposar 1 hora, hasta que la masa duplique su tamaño.
  3. Preparar el relleno: Mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar moreno hasta obtener una crema uniforme.
  4. Formar los bollos: Estirar la masa sobre una superficie enharinada hasta formar un rectángulo de 30x40 cm (12x16 pulgadas) y extender el relleno de manera uniforme.
  5. Enrollar la masa: Doblar la masa por la mitad longitudinalmente y cortar en tiras de 2 cm (¾ de pulgada). Retorcer cada tira y formar un nudo.
  6. Segunda fermentación: Colocar los bollos en una bandeja forrada con papel de horno y dejar reposar otros 30 minutos.
  7. Horneado: Precalentar el horno a 200°C (390°F). Pincelar los bollos con huevo batido y espolvorear con azúcar perlado. Hornear durante 12–15 minutos hasta que estén dorados.
  8. Servir: Dejar enfriar ligeramente y disfrutar con una taza de café o té.
Preparación
20 minutos
Cocinar / Hornear
15 minutos
Levantándose / Descansando
90 minutos
Tiempo total
125 minutos

Consejos para perfeccionar la receta de Kanelbullar

Pequeños cambios que marcan la diferencia

Los Kanelbullar, los tradicionales bollos de canela suecos, ya son una delicia en su versión clásica. Sin embargo, hay varias formas de mejorar su sabor, textura y aroma para lograr una versión aún más irresistible. Desde la elección de los ingredientes hasta el método de fermentación, cada detalle influye en el resultado final.

Si buscas unos bollos más esponjosos, aromáticos y equilibrados, es fundamental conocer cómo afectan los ingredientes y las técnicas de preparación. Aquí te ofrecemos una guía completa para perfeccionar estos icónicos dulces escandinavos.

La harina ideal para una textura más esponjosa

¿Cuál es la mejor harina?

El tipo de harina que elijas determinará la textura y el nivel de esponjosidad de los bollos.

  • Harina de fuerza (con alto contenido de gluten): aporta mayor elasticidad y una fermentación más controlada.
  • Harina común (harina de trigo 00 o 000): da un resultado más suave y ligero.
  • Harina integral: mejora el contenido de fibra, pero puede hacer que la masa sea más densa, por lo que se recomienda mezclarla con harina blanca.

Para obtener un equilibrio perfecto, una combinación de 70% harina blanca y 30% harina integral mejora el valor nutricional sin afectar la esponjosidad.

Cómo mejorar el sabor con grasas y endulzantes

¿Mantequilla o alternativas vegetales?

La mantequilla aporta una textura rica y un sabor inconfundible, pero hay maneras de mejorar aún más la receta:

  • Usar mantequilla con un alto contenido de grasa (82%) para obtener un sabor más intenso.
  • Sustituir parte de la mantequilla por yogur griego para un bollo más ligero sin perder jugosidad.

Si se desea una opción sin lácteos, se puede reemplazar la mantequilla por aceite de coco o una alternativa vegana en la misma cantidad.

¿Azúcar blanco o moreno?

El azúcar no solo endulza la masa, sino que también influye en la textura y el color del bollo.

  • El azúcar moreno aporta un ligero toque caramelizado y mantiene la humedad.
  • Una combinación de azúcar moreno y miel da un dulzor más natural y mejora la jugosidad.

Para una versión más saludable, se puede reducir el azúcar y usar sirope de arce o eritritol como alternativa.

Técnicas de fermentación para un bollo más aireado

La fermentación correcta

El tiempo de fermentación influye en la textura y el sabor de los bollos. Una fermentación lenta mejora la estructura de la masa y resalta los sabores naturales.

  • Fermentación inicial: al menos 1 hora a temperatura ambiente o 12 horas en la nevera para una mayor profundidad de sabor.
  • Segunda fermentación tras la formación de los bollos: 30-40 minutos para una textura más esponjosa.

Para un mejor desarrollo del sabor, se puede reducir la cantidad de levadura y prolongar la fermentación en frío.

Errores comunes y cómo evitarlos

Usar demasiada harina

Si la masa está demasiado pegajosa, se suele añadir más harina de la necesaria, lo que da como resultado bollos duros y secos.

  • En lugar de añadir más harina, amasar más tiempo para permitir que el gluten se desarrolle.
  • Engrasar las manos con un poco de aceite para manipular la masa sin añadir más harina.

Temperaturas incorrectas

Un horno demasiado caliente puede hacer que los bollos se doren demasiado rápido por fuera y queden crudos por dentro.

  • Temperatura ideal: 200°C durante 12-15 minutos.
  • Para un resultado más tierno: hornear a 180°C durante 16-18 minutos.

Versiones más saludables y creativas

Cómo hacer Kanelbullar más ligeros

Para una versión más saludable, se pueden hacer pequeños cambios:

  • Sustituir parte de la harina por harina de avena para aumentar el contenido de fibra.
  • Usar leche vegetal (avena o almendra) en lugar de leche de vaca.
  • Reducir la mantequilla en el relleno y sustituirla por crema de almendras o anacardos.

Opción sin gluten

  • Utilizar una mezcla de harinas sin gluten con goma xantana para mantener la elasticidad.
  • Aumentar ligeramente la cantidad de líquidos para compensar la absorción de las harinas sin gluten.

Variantes gourmet

Si se quiere experimentar con sabores diferentes, estas opciones son perfectas:

  • Chocolate negro: añadir trocitos de chocolate al relleno para una versión más indulgente.
  • Frutos secos: incorporar nueces, almendras o avellanas troceadas para un toque crujiente.
  • Ralladura de naranja: aporta un toque fresco y afrutado al relleno.

¿Por qué los Kanelbullar caseros son mejores que los comprados?

Los bollos industriales suelen contener conservantes y aromas artificiales, mientras que los caseros permiten controlar la calidad de los ingredientes y ajustar el dulzor y las especias al gusto.

Ventajas de hacerlos en casa:

  • Personalización total de los ingredientes.
  • Sin aditivos ni conservantes artificiales.
  • Mejor textura y frescura, especialmente cuando están recién horneados.

Cómo conservar los Kanelbullar para que duren más tiempo

Para mantener la frescura y la esponjosidad de los bollos, se recomienda almacenarlos de la siguiente manera:

  • A temperatura ambiente: hasta 3 días en un recipiente hermético.
  • En el congelador: hasta 3 meses; solo hay que recalentarlos en el horno antes de servir.
  • Recalentar en el horno a 160°C durante 5 minutos para recuperar su textura esponjosa.

Con estos consejos y ajustes en los ingredientes y la técnica de preparación, se pueden obtener Kanelbullar aún más esponjosos y sabrosos. Experimentar con diferentes harinas, tiempos de fermentación y sabores permite disfrutar de estos bollos suecos de una manera personalizada y deliciosa.

Tamaño de la porción
Valores nutricionales por bollo:
Calorias (kcal)
290
Carbohidrato (g)
45
Colesterol (mg)
35
Fibra (g)
2
Proteínas (g)
6
Sodio (mg)
120
Azúcar (g)
18
Grasa (g)
10
Grasa saturada (g)
5
Grasa insaturada (g)
3
Grasas trans (g)
0
Alérgenos

Esta receta contiene gluten, lácteos y huevo.

Sustituciones para alergias:

  • Sin gluten: Usar una mezcla de harinas sin gluten con goma xantana para mantener la elasticidad.
  • Sin lácteos: Sustituir la leche por una bebida vegetal (almendra, avena) y usar mantequilla vegana.
  • Sin huevo: En lugar de huevo batido, pincelar con una mezcla de leche vegetal y jarabe de arce.
Vitaminas y minerales
  • Vitamina B1 (Tiamina): Esencial para el metabolismo energético y el sistema nervioso.
  • Hierro: Importante para el transporte de oxígeno en la sangre.
  • Calcio: Contribuye a la salud ósea y dental.
Contenido de antioxidantes
  • Cardamomo: Rico en antioxidantes beneficiosos para la salud cardiovascular.
  • Azúcar moreno: Contiene pequeñas cantidades de minerales y antioxidantes naturales.

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