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Receta de Spanakopita Griega

Un clásico griego con un equilibrio perfecto de texturas y sabores

La Spanakopita: una delicia crujiente y cremosa

La Spanakopita es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía griega, caracterizado por su crujiente masa filo y su relleno cremoso de espinacas frescas y queso feta. Esta receta tradicional es un claro ejemplo de cómo ingredientes sencillos pueden combinarse para crear un plato lleno de sabor y con una textura inigualable.

Gracias a su versatilidad, la Spanakopita puede servirse como aperitivo, plato principal o incluso como snack, dependiendo de su formato. Se puede preparar en una gran bandeja y cortarla en porciones rectangulares, o elaborar pequeños triángulos individuales, ideales para presentaciones más refinadas o para eventos.

El equilibrio entre la suavidad del relleno y la textura crujiente de la masa filo horneada a la perfección convierte a esta tarta salada en una opción irresistible para quienes buscan un plato ligero pero saciante. La frescura de las hierbas aromáticas y el contraste entre la cremosidad del queso y la ligereza de los vegetales hacen de la Spanakopita una receta única, perfecta para cualquier ocasión.

Origen e historia de la Spanakopita

Este pastel salado tiene raíces profundas en la cocina tradicional griega y se considera un plato imprescindible en muchas familias. Su origen está vinculado a las pitas griegas, una categoría de pasteles elaborados con masa delgada y rellenos de ingredientes frescos y locales.

En la antigüedad, los pastores y agricultores preparaban esta receta con los ingredientes que tenían a mano: hierbas silvestres, queso de oveja y masa hecha a mano. Con el tiempo, la Spanakopita se convirtió en un plato popular en toda Grecia y evolucionó hasta la versión que conocemos hoy en día, donde el queso feta y las espinacas son los protagonistas.

Actualmente, la Spanakopita es un plato imprescindible en las tabernas griegas y se consume tanto caliente como fría, lo que la convierte en una opción versátil para cualquier momento del día.

Cómo lograr la Spanakopita perfecta

Preparar una Spanakopita auténtica requiere prestar atención a ciertos detalles para obtener el mejor resultado posible.

  • Elegir una masa filo de calidad: La masa filo debe ser fina y ligera, ya que su textura crujiente es una de las claves del éxito de la receta. Es fundamental untar cada capa con mantequilla derretida o aceite de oliva para garantizar que se dore correctamente y adquiera una textura hojaldrada.
  • Usar espinacas frescas en lugar de congeladas: Aunque se pueden utilizar espinacas congeladas, las espinacas frescas aportan un sabor más delicado y menos acuoso. Si se opta por espinacas congeladas, es esencial escurrirlas bien antes de agregarlas al relleno.
  • Seleccionar un queso feta auténtico: La feta griega tradicional, hecha con leche de oveja o una combinación de oveja y cabra, tiene un sabor más profundo y una textura ideal para esta receta. La feta de leche de vaca, en cambio, es más suave y menos cremosa.
  • Aromatizar el relleno con hierbas frescas: La combinación de eneldo y perejil es la más tradicional, pero se pueden incorporar otras hierbas como menta, tomillo u orégano para darle un toque especial.

Cómo potenciar el sabor del relleno

Si bien la receta clásica es deliciosa por sí misma, hay ciertos ingredientes que pueden potenciar el sabor del relleno y darle un toque aún más especial.

  • Cebolla caramelizada: Aporta una dulzura sutil que equilibra la intensidad del queso feta.
  • Piñones o nueces tostadas: Añaden un ligero toque crujiente que contrasta con la suavidad del relleno.
  • Ralladura de limón: Un pequeño truco para refrescar el sabor y equilibrar la cremosidad de los ingredientes.
  • Champiñones salteados: Aportan una profundidad de sabor con un ligero toque terroso, perfecto para complementar las espinacas.

¿Por qué hacer Spanakopita en casa en lugar de comprarla?

En algunos supermercados es posible encontrar versiones congeladas de Spanakopita, pero prepararla en casa siempre es la mejor opción.

  • Ingredientes naturales y sin conservantes: Las versiones industriales suelen contener aditivos y aceites refinados, mientras que la casera permite utilizar solo ingredientes frescos.
  • Mejor textura y sabor: Cuando se hornea en casa, la masa filo se mantiene perfectamente crujiente y el relleno conserva su equilibrio entre cremosidad y ligereza.
  • Adaptación a gustos personales: Prepararla en casa permite ajustar los ingredientes, como variar la cantidad de queso o probar diferentes hierbas aromáticas.

Errores comunes y cómo evitarlos

Aunque la receta es relativamente sencilla, hay ciertos errores que pueden afectar el resultado final.

  • Relleno demasiado húmedo: Las espinacas deben estar bien escurridas antes de mezclarlas con el resto de los ingredientes para evitar que la masa filo se humedezca demasiado.
  • Masa filo seca y quebradiza: Es importante cubrir la masa con un paño húmedo mientras se trabaja, ya que se seca rápidamente al estar en contacto con el aire.
  • No untar suficiente mantequilla o aceite entre las capas: Esto puede hacer que la masa filo quede dura en lugar de hojaldrada y crujiente.
  • Temperatura incorrecta del horno: Para lograr una cocción uniforme, la Spanakopita debe hornearse a 180°C (350°F). Una temperatura demasiado alta puede hacer que la superficie se dore demasiado rápido sin que el interior se cocine correctamente.

Alternativas más saludables y opciones sin gluten

Para quienes buscan una versión más ligera o apta para dietas específicas, existen algunas opciones de sustitución:

  • Versión sin gluten: Se puede usar una masa filo sin gluten o preparar una base con harina de almendras y aceite de oliva.
  • Menos grasa: Se puede reducir la cantidad de mantequilla y optar por solo aceite de oliva extra virgen, que aporta una textura ligera y crujiente.
  • Opción sin lácteos: Sustituir el queso feta por una alternativa vegana a base de anacardos o almendras.
  • Sin huevo: Para quienes prefieren evitar los huevos, se pueden reemplazar con una mezcla de semillas de chía y agua.

Acompañamientos ideales para la Spanakopita

Para disfrutar de un menú griego completo, la Spanakopita puede servirse con:

  • Tzatziki – Una salsa refrescante de yogur con pepino y ajo.
  • Ensalada griega – Con tomate, pepino, aceitunas y feta, aliñada con aceite de oliva y orégano.
  • Verduras asadas – Berenjenas, calabacines y pimientos horneados con hierbas.
  • Un vino blanco seco – Como un Assyrtiko griego, ideal para acompañar la acidez del queso feta.

Un clásico de la gastronomía griega

La Spanakopita es una receta que combina ingredientes sencillos con una textura inigualable. Prepararla en casa permite disfrutar de una versión auténtica y deliciosa, perfecta para cualquier ocasión. Siguiendo estos consejos, lograrás una Spanakopita crujiente, dorada y llena de sabor, digna de una auténtica taberna griega.

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Ingredientes de la receta
Masa filo – 300 g (10.5 oz)
Espinacas frescas – 500 g (1.1 lb)
Queso feta – 200 g (7 oz)
Ricotta – 100 g (3.5 oz)
Huevos – 2 grandes
Cebolla – 1 mediana, finamente picada
Ajo – 2 dientes, picados
Eneldo fresco – 10 g (⅓ oz), picado
Perejil fresco – 10 g (⅓ oz), picado
Aceite de oliva virgen extra – 60 ml (¼ cup)
Mantequilla sin sal (derretida) – 60 g (2 oz)
Sal – 3 g (½ tsp)
Pimienta negra – 2 g (½ tsp)
La cantidad producida por la receta.
Porciones: 6–8
Instrucciones de preparación
  1. Precalentar el horno a 180°C (350°F). Engrasar ligeramente una bandeja para hornear con aceite de oliva virgen extra o mantequilla derretida.
  2. Preparar el relleno: Calentar 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Sofreír la cebolla hasta que esté tierna y transparente. Agregar el ajo y cocinar por un minuto más.
  3. Cocinar las espinacas: Incorporar las espinacas frescas y remover hasta que se reduzcan, aproximadamente 3–5 minutos. Retirar del fuego y dejar enfriar ligeramente.
  4. Mezclar el relleno: En un bol grande, combinar el queso feta desmenuzado, la ricotta, los huevos batidos, el eneldo y el perejil. Añadir las espinacas cocidas y mezclar bien. Sazonar con sal y pimienta.
  5. Preparar la masa filo: Colocar una hoja de masa filo en la bandeja y pincelarla ligeramente con mantequilla derretida. Repetir este proceso con otras 6 capas de masa.
  6. Rellenar el pastel: Distribuir uniformemente la mezcla de espinacas y queso sobre las capas de masa filo.
  7. Cubrir con más masa filo: Añadir otras 6 hojas de masa filo, pincelando cada una con mantequilla derretida.
  8. Cortar antes de hornear y hornear: Con un cuchillo afilado, hacer cortes superficiales en la parte superior en cuadrados o triángulos. Hornear durante 35–40 minutos hasta que la superficie esté dorada y crujiente.
  9. Dejar reposar antes de servir: Retirar del horno y dejar enfriar durante 10 minutos antes de cortar y servir.
Preparación
30 minutos
Cocinar / Hornear
40 minutos
Tiempo total
70 minutos

Cómo mejorar la receta tradicional de Spanakopita

La importancia de elegir ingredientes de calidad

La Spanakopita es una receta clásica de la cocina griega que destaca por la combinación de su masa filo crujiente y su relleno cremoso de espinacas y queso feta. Aunque la receta original ya es deliciosa, se pueden hacer ciertos ajustes para mejorar su textura, sabor y equilibrio de ingredientes.

Uno de los aspectos más importantes a la hora de mejorar la Spanakopita es la selección de ingredientes de alta calidad.

  • Espinacas frescas en lugar de congeladas: Aunque las espinacas congeladas pueden ser prácticas, las espinacas frescas aportan un sabor más ligero y menos acuoso. Si se utilizan congeladas, es fundamental drenarlas completamente para evitar que el exceso de líquido afecte la textura del relleno.
  • Auténtico queso feta: El queso feta griego tradicionalmente está hecho con leche de oveja o una mezcla de oveja y cabra, lo que le da un sabor más intenso y una textura perfecta para la Spanakopita. Evitar usar imitaciones de feta hechas con leche de vaca, ya que tienden a ser más suaves y menos cremosas.
  • Hierbas frescas para potenciar el aroma: El eneldo es la opción más tradicional, pero agregar un toque de menta o perejil puede proporcionar un contraste de frescura que equilibra la cremosidad del queso.

Ajustes en el relleno para una versión más sabrosa

Si bien la receta original es deliciosa, existen varios trucos para mejorar el sabor y la textura del relleno:

  • Añadir cebolla caramelizada: La dulzura de la cebolla caramelizada equilibra la acidez del queso feta y aporta una mayor profundidad de sabor.
  • Incorporar frutos secos: Los piñones o nueces tostadas aportan un crujido adicional y un toque de sabor tostado que combina muy bien con las espinacas.
  • Agregar un toque cítrico: La ralladura de limón realza los sabores y proporciona un frescor inesperado al relleno.
  • Probar con champiñones: Los champiñones salteados pueden aportar un sabor más terroso y umami, complementando perfectamente las espinacas.

¿Por qué preparar la Spanakopita en casa es mejor que comprarla hecha?

Aunque la Spanakopita se puede encontrar en algunos supermercados en versiones congeladas o precocinadas, la versión casera siempre será superior en términos de sabor y textura.

  • Menos conservantes y aditivos: Los productos comerciales suelen contener exceso de sal, grasas procesadas y conservantes, mientras que la versión casera se hace con ingredientes frescos y naturales.
  • Mejor textura: La masa filo recién horneada es mucho más crujiente y liviana que la de las versiones industriales, que pueden volverse blandas y pesadas.
  • Mayor control sobre los ingredientes: Al hacer la receta en casa, es posible ajustar la cantidad de queso, cambiar las especias o incluso experimentar con diferentes tipos de relleno.

Errores comunes y cómo evitarlos

A pesar de ser una receta relativamente sencilla, hay ciertos errores que pueden afectar el resultado final de la Spanakopita.

  • No escurrir bien las espinacas: Uno de los errores más comunes es no eliminar todo el exceso de agua de las espinacas. Si el relleno tiene demasiada humedad, la masa filo puede volverse blanda en lugar de crujiente.
  • Dejar que la masa filo se seque: La masa filo es muy fina y se seca rápidamente cuando está expuesta al aire. Para evitar que se rompa, es recomendable cubrirla con un paño húmedo mientras se trabaja con ella.
  • No usar suficiente grasa entre las capas de filo: Para conseguir una textura crujiente y dorada, cada hoja de filo debe pincelarse con mantequilla o aceite de oliva. Si se omite este paso, la capa superior puede quedar dura y seca.
  • Temperatura incorrecta del horno: La Spanakopita debe hornearse a 180°C (350°F) para garantizar una cocción uniforme. Si el horno está demasiado caliente, la parte superior puede dorarse demasiado rápido sin que el relleno se cocine correctamente.

Alternativas más saludables sin perder sabor

Para aquellos que buscan una versión más saludable de la Spanakopita, hay varias opciones de sustitución:

  • Versión sin gluten: Se puede usar masa filo sin gluten, o incluso preparar una base con harina de almendras o garbanzos como alternativa.
  • Reducir la cantidad de grasa: Se puede utilizar solo aceite de oliva en lugar de mantequilla para disminuir el contenido de grasas saturadas.
  • Versión sin lácteos: Sustituir el queso feta por una opción vegana, como queso a base de anacardos o tofu marinado con limón y sal.
  • Opción sin huevo: Para quienes prefieren evitar los huevos, se puede usar una mezcla de semillas de chía y agua para aportar la misma cohesión al relleno.

Variantes de la Spanakopita para darle un toque diferente

Si quieres experimentar con la receta y darle un toque más original, aquí tienes algunas ideas:

  • Añadir calabacín rallado: El calabacín aporta jugosidad al relleno sin hacerlo demasiado pesado.
  • Versiones con diferentes quesos: Mezclar feta con queso de cabra o requesón puede darle un sabor más suave y cremoso.
  • Spanakopita con carne: Para una versión más sustanciosa, se puede agregar carne picada de cordero o pollo al relleno.
  • Pequeñas empanadillas en lugar de un pastel grande: En lugar de hacer una tarta grande, se pueden formar triángulos individuales con la masa filo, perfectos para aperitivos o comidas para llevar.

Cómo servir la Spanakopita para un menú completo

Para disfrutar de una comida equilibrada con la Spanakopita, se puede acompañar con:

  • Tzatziki – Una salsa refrescante a base de yogur, pepino y ajo, ideal para contrastar con la textura crujiente del pastel.
  • Ensalada griega – Con tomate, pepino, cebolla roja, aceitunas y queso feta, aderezada con aceite de oliva y orégano.
  • Verduras al horno o a la parrilla – Berenjenas, pimientos y calabacines asados con hierbas mediterráneas.
  • Un vino blanco seco – Un Assyrtiko griego o un Sauvignon Blanc son opciones perfectas para resaltar los sabores del queso feta y las espinacas.

La Spanakopita: una receta tradicional que nunca pasa de moda

Preparar la Spanakopita en casa es una experiencia gratificante que permite disfrutar de un auténtico sabor griego. Con estos consejos y variaciones, se puede transformar esta receta en una versión aún más deliciosa, adaptándola a diferentes gustos y necesidades.

Siguiendo estos trucos, se logra una Spanakopita dorada, crujiente y llena de sabor, que hará que todos en la mesa se sientan como si estuvieran en una auténtica taberna griega.

Tamaño de la porción
Valores nutricionales por porción:
Calorias (kcal)
320
Carbohidrato (g)
28
Colesterol (mg)
70
Fibra (g)
3
Proteínas (g)
12
Sodio (mg)
420
Azúcar (g)
2
Grasa (g)
19
Grasa saturada (g)
8
Grasa insaturada (g)
9
Grasas trans (g)
0
Alérgenos

Contiene gluten, huevos y lácteos (queso feta, ricotta, mantequilla).

Sustituciones para alergias y versión sin gluten:

  • Versión sin gluten: Usar masa filo sin gluten disponible en tiendas especializadas.
  • Versión sin lácteos: Sustituir el queso feta por un queso vegetal, y la mantequilla por aceite de oliva.
  • Sustitución de huevos: Usar una alternativa como semillas de chía o lino (1 cucharada de semillas de lino molidas + 3 cucharadas de agua por huevo).
Vitaminas y minerales
  • Vitamina A: Esencial para la visión y el sistema inmunológico.
  • Vitamina K: Importante para la coagulación de la sangre y la salud ósea.
  • Calcio: Fundamental para huesos y dientes fuertes.
  • Hierro: Contribuye al transporte de oxígeno en la sangre.
Contenido de antioxidantes
  • Luteína y zeaxantina: Protegen los ojos del estrés oxidativo.
  • Vitamina C: Refuerza el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel.
  • Betacaroteno: Reduce la inflamación y promueve la salud cutánea.

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