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Receta Tradicional de Osso Buco

La gastronomía italiana está llena de joyas culinarias, y pocas recetas representan mejor la esencia de la cocina milanesa que el Osso Buco. Este plato clásico, elaborado con jarrete de ternera tierno y jugoso, cocido a fuego lento en un caldo aromático, es un homenaje al arte de la cocina tradicional. Cuando se combina con una fresca gremolata y un cremoso risotto alla milanese, el Osso Buco no es solo un plato, sino una experiencia que evoca los sabores y la tradición de Lombardía.

En esta guía, exploraremos cada detalle para que puedas recrear este exquisito manjar en tu propia cocina. Desde la elección de los mejores ingredientes hasta los secretos para lograr una carne que se deshace en la boca, aprenderás a preparar un plato que encantará tanto a amantes de la cocina como a principiantes. Ya sea para una ocasión especial o para disfrutar de una noche inolvidable, este plato elevará tu mesa a un nivel excepcional.

¿Qué hace especial al Osso Buco a la Milanesa?

Una explosión de sabores

El ingrediente estrella de esta receta es el jarrete de ternera, un corte apreciado por su ternura y su hueso lleno de médula. Al ser cocido lentamente junto con una mezcla de vino blanco, caldo y vegetales aromáticos, el resultado es una carne que se deshace al tacto y un caldo lleno de matices profundos y sabrosos. La gremolata, una mezcla de perejil, ajo y ralladura de limón, corona el plato, aportando un contraste fresco y vibrante que equilibra los sabores.

Herencia milanesa

El Osso Buco alla milanese es mucho más que una receta; es una tradición que honra las raíces culinarias de Milán. A diferencia de las variantes que incorporan tomate, esta versión clásica destaca por su base de vino blanco y el uso de ingredientes simples pero de alta calidad, lo que permite que los sabores se destaquen de manera natural.

Perfecto para ocasiones especiales

Ya sea para un evento familiar, una cena romántica o simplemente para consentirte, el Osso Buco es una elección que siempre impresiona. Su presentación elegante, con los jarretes dorados rodeados de una rica salsa y decorados con gremolata, convierte cualquier comida en una experiencia memorable.

¿Por qué te encantará esta receta?

  1. Sencillez y sofisticación
    Aunque el resultado parece digno de un restaurante gourmet, esta receta está diseñada para ser accesible incluso para quienes están iniciándose en la cocina.
  2. Versatilidad en los acompañamientos
    Aunque el acompañamiento tradicional es el risotto alla milanese, el Osso Buco también combina perfectamente con polenta cremosa, puré de patatas o incluso un pan rústico que permita absorber hasta la última gota de la deliciosa salsa.
  3. Ideal para compartir
    Es un plato que invita a sentarse y disfrutar en buena compañía. La cocción lenta no solo garantiza un sabor profundo, sino que también permite que tengas tiempo para disfrutar del proceso.
  4. Beneficios nutricionales
    Además de ser delicioso, este plato es una fuente rica de proteínas, hierro y vitaminas esenciales. Los vegetales aportan fibra y antioxidantes, mientras que la gremolata añade un toque saludable con su frescura cítrica.

Secretos para un Osso Buco perfecto

Elige ingredientes de calidad

El éxito de esta receta depende en gran parte de la calidad de los ingredientes. Busca jarretes de ternera frescos con un buen equilibrio entre carne y médula ósea. Para el vino, elige un blanco seco de buena calidad, como un Sauvignon Blanc o Pinot Grigio, que complemente los sabores sin dominar el plato.

No apures el proceso

La clave del Osso Buco es la cocción lenta. Este método permite que los sabores se desarrollen por completo y garantiza que la carne quede tierna y jugosa. Dale al plato el tiempo que necesita para alcanzar su máximo potencial.

No olvides la gremolata

Aunque parezca un detalle pequeño, la gremolata marca una gran diferencia en el resultado final. Su combinación de perejil fresco, ajo y ralladura de limón equilibra la riqueza de la carne y la salsa, aportando un toque vibrante que transforma el plato.

Imagina el bocado perfecto

Visualiza un jarrete de ternera tierno y dorado, bañado en una salsa cremosa con notas de vino blanco, ajo y el dulzor natural de los vegetales cocidos a fuego lento. La ralladura de limón de la gremolata despierta tus sentidos, mientras que la médula del hueso añade un toque de lujo. Cada bocado es una sinfonía de sabores que celebra lo mejor de la cocina italiana.

Llévate un pedacito de Italia a casa

Ahora que sabes todo lo necesario para preparar el mejor Osso Buco alla milanese, es hora de poner manos a la obra. Con nuestra guía, lograrás un plato que será el centro de atención en cualquier mesa y que conquistará a todos los paladares.

Convierte tu próxima comida en un viaje a Italia. Disfruta del placer de cocinar algo extraordinario y déjate sorprender por el resultado. ¡Tu Osso Buco será inolvidable!

¿Te gusta esta receta? Cópiala y guárdala – para tu cocina, cuaderno o publicación en tu blog.

Ingredientes de la receta
**Para el Osso Buco:
4 jarretes de ternera, cada uno de 4 cm de grosor (1,5 pulgadas de grosor), aproximadamente 1,5 kg en total
30 g de harina común (2 cucharadas)
30 ml de aceite de oliva (2 cucharadas)
60 g de mantequilla sin sal (4 cucharadas)
1 cebolla mediana, finamente picada (150 g / 1 taza)
1 zanahoria mediana, finamente picada (120 g / ¾ taza)
1 tallo de apio, finamente picado (100 g / ¾ taza)
3 dientes de ajo, picados
250 ml de vino blanco seco (1 taza)
500 ml de caldo de ternera o carne (2 tazas)
2 ramitas de tomillo fresco
1 hoja de laurel
Ralladura de ½ limón
1 cucharadita de sal (1 g)
½ cucharadita de pimienta negra molida (1 g)
**Para la Gremolata:
20 g de perejil fresco, finamente picado (2 cucharadas)
1 diente de ajo, picado
Ralladura de 1 limón
La cantidad producida por la receta.
Porciones: 4
Instrucciones de preparación

Paso 1: Preparar los jarretes de ternera

  1. Sazonar la carne: Secar los jarretes de ternera con papel absorbente. Sazonar ambos lados con sal y pimienta.
  2. Enharinar los jarretes: Pasar ligeramente los jarretes por la harina, sacudiendo el exceso.

Paso 2: Dorar los jarretes

  1. Calentar la sartén: En una sartén grande o cacerola de fondo grueso, calentar el aceite de oliva y la mitad de la mantequilla (30 g) a fuego medio-alto.
  2. Sellar la carne: Dorar los jarretes durante 3–4 minutos por cada lado hasta que estén dorados. Retirarlos y reservar.

Paso 3: Preparar la base aromática

  1. Saltear las verduras: Añadir el resto de la mantequilla (30 g) a la sartén. Saltear la cebolla, la zanahoria y el apio durante 5–7 minutos hasta que estén blandos. Añadir el ajo picado y cocinar por un minuto más.

Paso 4: Desglasar y cocinar a fuego lento

  1. Desglasar la sartén: Verter el vino blanco en la sartén, raspando los restos dorados del fondo. Dejar que el vino se reduzca durante 2–3 minutos.
  2. Añadir los jarretes: Volver a colocar los jarretes en la sartén, acomodándolos entre las verduras.
  3. Incorporar los líquidos y hierbas: Verter el caldo hasta que cubra la mitad de los jarretes. Añadir el tomillo, la hoja de laurel y la ralladura de limón.
  4. Cocinar a fuego lento: Tapar la sartén y reducir el fuego al mínimo. Cocinar durante aproximadamente 2–2,5 horas, volteando los jarretes a la mitad del tiempo. La carne debe quedar tierna y deshacerse fácilmente.

Paso 5: Preparar la Gremolata

  1. Mezclar la gremolata: Combinar el perejil, el ajo y la ralladura de limón en un recipiente pequeño.

Paso 6: Servir el Osso Buco

  1. Montar el plato: Colocar los jarretes en un plato para servir. Cubrirlos con la salsa y decorar con la gremolata. Tradicionalmente, este plato se sirve con risotto alla milanese o polenta.
Preparación
20 minutos
Cocinar / Hornear
150 minutos
Tiempo total
170 minutos

Cómo Personalizar y Perfeccionar la Receta Tradicional de Osso Buco

El Osso Buco es un plato icónico de la cocina italiana, conocido por su combinación de sabores profundos y su presentación elegante. Aunque el Osso Buco alla Milanese tiene una receta tradicional que destaca por su simplicidad y autenticidad, también es un plato versátil que permite ajustes según las preferencias personales, las restricciones dietéticas y los ingredientes disponibles. En esta guía, exploraremos cómo puedes influir en el sabor y la textura del Osso Buco modificando ingredientes y técnicas.

La Importancia de los Jarretes de Ternera

El jarrete de ternera es el corazón del Osso Buco. Este corte, con su hueso lleno de médula, aporta no solo ternura a la carne sino también una textura cremosa al caldo al liberarse la médula durante la cocción.

Sustituciones posibles para los jarretes de ternera:

  • Jarrete de cerdo: Una alternativa más económica con un toque ligeramente dulce. Cambiar a cerdo puede dar al plato un sabor más rústico.
  • Jarretas de cordero: Si prefieres un perfil de sabor más fuerte y sabroso, el cordero es una excelente opción. Asegúrate de equilibrar los sabores con más ralladura de limón en la gremolata.
  • Jarretes de res: Este corte resulta más carnoso y robusto, ideal para quienes buscan un plato más contundente.

Cómo Modificar el Líquido de Cocción para Ajustar el Sabor

El líquido de cocción del Osso Buco es lo que transforma un simple jarrete en una obra maestra culinaria. Tradicionalmente, combina vino blanco seco, caldo de ternera y una base aromática.

Opciones de personalización del líquido:

  1. Vino blanco vs. vino tinto:
    • El vino blanco seco, como un Sauvignon Blanc o Pinot Grigio, aporta frescura y ligereza al plato.
    • Sustituir el vino blanco por vino tinto crea un caldo más profundo y robusto, aunque esto lo aleja del estilo tradicional milanés.
  2. Caldo:
    • Caldo de ternera: Resalta los sabores clásicos del plato.
    • Caldo de pollo: Da como resultado un líquido más ligero y menos intenso.
    • Caldo vegetal: Ideal para quienes buscan un enfoque más ligero o una versión semi-vegetariana del plato.
  3. Sin tomates o con tomates:
    Aunque la receta milanesa original no incluye tomate, añadir una pequeña cantidad de puré de tomate o tomates triturados puede aportar una ligera acidez y profundidad al caldo.

Ajustes en la Base Aromática

La combinación de cebolla, zanahoria y apio (soffritto) es esencial para construir la base de sabor del Osso Buco. Sin embargo, puedes hacer modificaciones para variar el perfil de sabor del plato.

Opciones para personalizar la base aromática:

  • Más ajo: Si te gustan los sabores fuertes, aumentar la cantidad de ajo intensificará el sabor del plato.
  • Hierbas adicionales: Aunque el tomillo y la hoja de laurel son estándar, la adición de romero o salvia puede dar un toque más terroso al plato.
  • Especias: Un toque de nuez moscada o clavo de olor puede aportar un matiz cálido y especiado, perfecto para los meses de invierno.

La Gremolata: El Toque Final Perfecto

La gremolata, con su combinación de ralladura de limón, ajo y perejil, no solo decora el plato, sino que también equilibra la riqueza de la carne y el caldo.

Variaciones de gremolata:

  • Ralladura de naranja o lima: Cambiar la ralladura de limón por otros cítricos puede dar una frescura diferente.
  • Añadir frutos secos: Incorporar almendras finamente picadas o piñones a la gremolata aporta una textura crujiente y un sabor tostado.
  • Otras hierbas frescas: Sustituir el perejil por menta o albahaca ofrece un perfil de sabor más vibrante.

Técnicas para Mejorar el Proceso de Cocción

Aunque la técnica tradicional de cocción lenta en una cacerola o sartén pesada sigue siendo la mejor manera de preparar Osso Buco, hay alternativas que pueden adaptarse a tu estilo de cocina.

  1. Cocción en olla de cocción lenta (slow cooker):
    Cocinar el Osso Buco a fuego bajo durante 6–8 horas garantiza una carne que se deshace en la boca.
    • Nota: Si usas esta técnica, puede ser necesario reducir el caldo en una sartén aparte para obtener una consistencia más espesa.
  2. Olla a presión:
    Esta opción reduce el tiempo de cocción a unos 45 minutos, manteniendo la profundidad de los sabores. Ideal para quienes buscan resultados rápidos.
  3. Sellado correcto:
    Dorar bien los jarretes antes de añadir los líquidos es esencial para desarrollar el sabor. Asegúrate de no saltarte este paso.

Cómo Influye el Acompañamiento en el Plato

El Osso Buco se sirve tradicionalmente con risotto alla milanese, pero hay muchas opciones para adaptar el acompañamiento según el gusto o la ocasión.

Opciones de acompañamiento:

  • Polenta cremosa: Ideal para absorber los jugos del Osso Buco, ofreciendo una textura suave y reconfortante.
  • Puré de patatas: Un clásico que nunca falla, especialmente si prefieres una guarnición más neutra.
  • Pasta: Para un toque menos tradicional, servir con fettuccine o tagliatelle frescas funciona sorprendentemente bien.
  • Pan rústico: Perfecto para disfrutar cada gota del rico caldo.

Ajustes para Restricciones Dietéticas

El Osso Buco puede adaptarse fácilmente a diferentes necesidades dietéticas.

  1. Sin gluten:
    Sustituir la harina común por harina de arroz o maicena mantiene la textura espesa del caldo sin incluir gluten.
  2. Sin lácteos:
    Reemplazar la mantequilla con aceite de oliva o mantequilla vegana conserva la riqueza del plato sin comprometer el sabor.
  3. Más ligero:
    Usar caldo de verduras y eliminar la mantequilla reduce la grasa total del plato, haciéndolo más ligero pero igualmente delicioso.

Cómo Ajustar el Perfil de Sabor

  • Para más dulzura: Añadir un poco más de zanahoria a la base o una pizca de miel al caldo puede equilibrar sabores demasiado ácidos.
  • Para más acidez: Unas gotas adicionales de limón o incluso un toque de vinagre balsámico realzan la frescura del plato.
  • Para más umami: Incorporar un poco de pasta de anchoas al soffritto o unas gotas de salsa de soja al caldo intensifica los sabores.

El Osso Buco alla Milanese es un plato que celebra la tradición italiana mientras permite la creatividad en la cocina. Experimentar con ingredientes, técnicas y presentaciones te ayudará a personalizar esta receta para convertirla en tu versión perfecta. Cada modificación, desde el líquido de cocción hasta la gremolata, ofrece una nueva perspectiva de este clásico inmortal. ¡Descubre tu combinación ideal y haz que cada bocado sea inolvidable!

Tamaño de la porción
Información nutricional (por porción)
Calorias (kcal)
520
Carbohidrato (g)
9
Colesterol (mg)
145
Fibra (g)
1
Proteínas (g)
40
Sodio (mg)
450
Azúcar (g)
3
Grasa (g)
36
Grasa saturada (g)
14
Grasa insaturada (g)
18
Grasas trans (g)
0
Alérgenos
  • Contiene: Gluten (harina), lácteos (mantequilla).
  • Sustituciones recomendadas:
    • Harina: Usar harina sin gluten o almidón de maíz para hacer el plato apto para celíacos.
    • Mantequilla: Reemplazar con una alternativa vegana para personas intolerantes a la lactosa.
Vitaminas y minerales
  • Vitamina A (zanahoria): Mejora la visión y fortalece el sistema inmunológico.
  • Vitamina C (ralladura de limón y perejil): Refuerza las defensas y favorece la formación de colágeno.
  • Hierro (ternera): Esencial para el transporte de oxígeno en la sangre.
  • Potasio (apio): Ayuda a regular la presión arterial y la función muscular.
  • Vitamina K (perejil): Favorece la salud ósea y la coagulación sanguínea.
Contenido de antioxidantes
  • Perejil: Rico en flavonoides y vitamina C, combate los radicales libres.
  • Ralladura de limón: Contiene d-limoneno, conocido por sus propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes.
  • Ajo: Fuente de alicina, un antioxidante con beneficios cardiovasculares.

Disfruta de este clásico de la cocina italiana y sorprende a tus comensales con su autenticidad y sabor. ¡Buon appetito!

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Cocinar / Hornear:
10 minutos
Tiempo total:
20 minutos

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