La sopa de salmón cremosa combina salmón tierno, nata suave y verduras delicadas en un caldo sedoso y reconfortante. Inspirada en las sopas del norte de Europa, ofrece una textura aterciopelada, aroma cálido y sabor profundo que envuelve desde la primera cucharada. Es un plato casero, elegante y lleno de confort, perfecto para los días fríos y las comidas hechas con cariño.

He preparado esta sopa muchas veces en mi cocina profesional, ajustando cada detalle hasta lograr una textura realmente cremosa y un salmón jugoso que se deshace con facilidad. Me gusta volver a esta receta porque demuestra cómo unos pocos ingredientes bien tratados pueden crear un plato cálido, equilibrado y lleno de sabor.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Calidez marina en versión casera
Textura sedosa, sabor profundo y confort auténtico
Sopa de salmón cremosa que reconforta desde la primera cucharada, con un equilibrio perfecto entre suavidad y carácter. El salmón aporta una riqueza natural y elegante, mientras que la base cremosa envuelve el conjunto con una textura aterciopelada y redonda. Las verduras suavemente cocinadas aportan cuerpo y dulzor, creando una sopa que resulta intensa pero fácil de disfrutar, ideal tanto para el día a día como para ocasiones especiales.
La clave de esta receta casera de sopa de salmón está en tratar cada ingrediente con respeto. El salmón se cocina de forma delicada para que quede jugoso y se deshaga en lascas tiernas, integrándose con el caldo sin perder su identidad. La crema suaviza el conjunto sin ocultar el sabor del pescado, logrando una sensación envolvente y cálida en boca. El resultado es una sopa cremosa, equilibrada y profundamente satisfactoria.
Este tipo de sopa tiene su origen en las cocinas del norte de Europa, especialmente en regiones costeras donde el salmón ha sido durante siglos un ingrediente fundamental. En países como Finlandia y Noruega, las sopas cremosas de pescado nacieron como platos nutritivos y reconfortantes, pensados para combatir el frío y aprovechar ingredientes locales. Con el tiempo, estas recetas evolucionaron y se adaptaron, manteniendo siempre su esencia hogareña y su enfoque en el sabor limpio del pescado.
Una de las grandes virtudes de esta sopa es su versatilidad. Puede servirse como plato principal ligero o como entrante elegante, adaptándose a diferentes momentos y estaciones. Su preparación es directa y accesible, sin técnicas complicadas, lo que la convierte en una opción fiable incluso para cocineros con poca experiencia. Aun así, el resultado final tiene una presencia cuidada y un sabor que recuerda a la cocina hecha con mimo.
Por qué te encantará esta receta
- Textura cremosa y suave sin resultar pesada
- Sabor equilibrado donde el salmón es protagonista
- Fácil de preparar con un resultado constante
- Ideal para el frío y para comidas reconfortantes
- Apta para adaptaciones según preferencias personales
Por qué este método funciona
- La cocción suave mantiene el salmón jugoso y tierno
- La base cremosa se integra sin hervir, conservando su suavidad
- Las verduras aportan cuerpo natural sin enmascarar sabores
- El reposo final permite que los sabores se asienten y armonicen
Consejos del chef
- Utilizar salmón fresco garantiza un sabor limpio y textura firme
- Mantener el fuego bajo tras añadir la crema evita que la sopa se corte
- Añadir las hierbas al final realza el aroma sin perder frescura
- Remover con suavidad ayuda a conservar los trozos de salmón enteros
Errores comunes
- Hervir la sopa después de añadir la crema, lo que afecta la textura
- Cocinar el salmón en exceso, volviéndolo seco
- Sobrecargar de condimentos y ocultar el sabor principal
- No probar al final para ajustar correctamente el equilibrio de sabores
Conservación y preparación anticipada
La sopa de salmón cremosa se conserva bien en frío si se guarda en un recipiente hermético. Es adecuada para prepararla con antelación y consumirla en uno o dos días, ya que los sabores se integran aún mejor con el reposo. Al recalentar, es importante hacerlo a fuego suave, removiendo ocasionalmente, evitando que llegue a hervir para mantener la textura cremosa y el salmón tierno. No se recomienda congelarla, ya que las bases cremosas pueden perder su consistencia al descongelarse.
La cocina reconfortante tiene muchas formas, y explorar recetas afines amplía las posibilidades en la mesa. Sabores cremosos, sopas clásicas y platos de pescado bien ejecutados siempre ofrecen inspiración.
Si te atraen las preparaciones suaves y llenas de sabor, el salmón ahumado en salsa cremosa es una excelente alternativa. Para un clásico infalible, la sopa de pollo casera nunca falla. Y si buscas otra opción cremosa y delicada, la sopa de papa cremosa fácil encaja perfectamente antes de pasar a la receta principal.
- Preparar las verduras:
Pelar 340 g de patatas y cortarlas en cubos de 1,5 cm. Picar finamente 150 g de cebolla. Pelar y cortar 120 g de zanahoria en dados pequeños. Los cortes deben ser uniformes para una cocción homogénea. - Sofreír la base:
Calentar una olla de fondo grueso de 4–5 litros a fuego medio. Añadir 30 g de mantequilla y 15 ml de aceite de oliva. Cuando estén fundidos y ligeramente burbujeantes, incorporar la cebolla y la zanahoria. Cocinar durante 5 minutos, removiendo cada 30 segundos, hasta que la cebolla esté translúcida y desprenda un aroma dulce, sin dorarse. - Formar el roux:
Espolvorear 16 g de harina sobre las verduras. Remover de forma continua durante 1 minuto para integrar bien. La mezcla quedará cremosa y uniforme, sin restos visibles de harina seca. - Añadir líquidos y patatas:
Verter lentamente 960 ml de caldo de pescado mientras se remueve constantemente para evitar grumos. Añadir las patatas y 1 hoja de laurel. Llevar a ebullición suave a fuego medio, luego bajar a fuego medio-bajo. Cocinar destapado durante 12 minutos, hasta que las patatas estén tiernas al pincharlas pero mantengan su forma. - Incorporar la nata:
Bajar el fuego a mínimo. Añadir 240 ml de nata y remover suavemente. La sopa debe verse cremosa y ligeramente espesa. No dejar que hierva; solo debe salir vapor suave. - Cocinar el salmón:
Cortar 570 g de salmón en trozos de unos 3 cm. Añadirlos a la olla y cocinar a fuego bajo durante 4–5 minutos. El salmón estará listo cuando cambie a color opaco y se desmenuce fácilmente al presionarlo con una cuchara. Evitar remover en exceso para no romper los trozos. - Ajustar y terminar:
Añadir 9 g de sal, 2 g de pimienta negra y 15 ml de zumo de limón. Retirar la hoja de laurel. Incorporar 6 g de eneldo fresco picado. Probar y ajustar si es necesario. El aroma debe ser fresco, cremoso y ligeramente herbal. - Reposar antes de servir:
Retirar la olla del fuego y dejar reposar la sopa durante 5 minutos. Este reposo ayuda a estabilizar la textura y a que los sabores se integren mejor.
FAQ question¿Puedo sustituir el salmón por otro pescado?
Sí, pero el resultado cambia. Pescados grasos y firmes como la trucha o el salvelino funcionan mejor porque mantienen la jugosidad y aportan sabor al caldo; pescados magros tienden a secarse.
FAQ question¿Por qué mi sopa de salmón quedó granulosa?
La causa más común es hervir la sopa después de añadir la nata. La sopa debe mantenerse a fuego bajo para conservar una textura lisa y cremosa.
FAQ question¿Cuánto tiempo se conserva la sopa en el frigorífico?
Se conserva bien hasta 2 días. Guárdala en un recipiente hermético y recaliéntala suavemente para proteger la textura y el salmón.
FAQ question¿Se puede congelar la sopa de salmón cremosa?
No es recomendable. Las sopas con nata pueden separarse al descongelar y perder su consistencia, especialmente con pescado delicado.
FAQ question¿Cómo adaptar la receta para dietas sin gluten o sin lactosa?
Para sin gluten, usa maicena en lugar de harina. Para sin lactosa, la leche de coco entera es una alternativa válida, aunque aporta un matiz ligeramente dulce.
FAQ question¿Cómo servir y presentar la sopa de salmón?
Sírvela caliente en platos hondos, con eneldo fresco o pimienta recién molida. Mantener visibles los trozos de salmón realza su aspecto y su carácter casero.
Confort cremoso con sabor a mar
La sopa de salmón cremosa destaca por su equilibrio entre suavidad y carácter. El salmón aporta profundidad y una riqueza natural que se integra con una base delicada y envolvente, creando una textura sedosa que reconforta sin resultar pesada. Cada cucharada transmite calidez y limpieza de sabor, con un perfil redondo que funciona tanto para comidas informales como para mesas más cuidadas.
Técnica sencilla, resultado fiable
El atractivo principal de esta receta de sopa de salmón reside en su método claro y accesible. No requiere técnicas complejas ni tiempos excesivos, lo que permite obtener un resultado consistente incluso en cocinas domésticas. El control del fuego y el orden de incorporación de los ingredientes garantizan una crema estable y un salmón jugoso, manteniendo siempre una textura suave y agradable. Además, el tiempo total de preparación la convierte en una opción práctica para el día a día.
Flexibilidad y adaptaciones posibles
Esta sopa se adapta con facilidad a diferentes necesidades. Puede ajustarse a versiones sin gluten o sin lactosa mediante sustituciones sencillas, manteniendo un sabor equilibrado y una textura correcta. Funciona bien como plato único ligero o como entrante, y se integra sin esfuerzo en menús familiares o comidas más formales. Su capacidad de recalentarse suavemente también la hace útil para planificar con antelación.
Por qué esta sopa es especial
Lo que realmente diferencia a esta sopa es su combinación de sabor limpio, textura cremosa y facilidad de ejecución. No busca sorprender con artificios, sino ofrecer un plato honesto, cálido y bien construido. Es ideal para días fríos, cenas tranquilas en casa, reuniones íntimas o cuando se busca un plato reconfortante que transmita cuidado y equilibrio. Servida recién hecha, la sopa de salmón cremosa se convierte en una experiencia que invita a repetir y a compartir.
- Contiene pescado, leche y gluten. Puede contener trazas de otros alérgenos por contaminación cruzada en la cocina.
Consejos de sustitución
- Para versión sin gluten, sustituir la harina de trigo por maicena (8 g / 1 tbsp disuelta en caldo frío).
- Para versión sin lactosa, sustituir la nata por leche de coco entera; el sabor será ligeramente más dulce.
- No existe una sustitución adecuada del salmón que mantenga el carácter original del plato.
(1 porción)
- Vitamina D: 12 µg – Contribuye a la salud ósea y al sistema inmunitario.
- Vitamina B12: 4 µg – Ayuda al funcionamiento del sistema nervioso y al metabolismo energético.
- Potasio: 780 mg – Favorece el equilibrio de líquidos y la función muscular.
- Selenio: 38 µg – Apoya los sistemas de defensa antioxidante del organismo.
(1 porción)
- Compuestos de selenio: 38 µg – Ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.
- Carotenoides: 2 mg – Contribuyen a la protección celular y a la vitalidad general.





