Rinde 8 porciones, lista en 160 minutos (25 de preparación, 120 de cocción, 15 de reposo). El Jamón navideño con clavo de olor – glaseado fácil combina miel, azúcar moreno, mostaza y jugo de naranja para crear un glaseado dorado y especiado. Su sabor dulce y aromático lo convierte en el plato estrella de la Navidad, con una textura tierna y un aroma cálido irresistible.
El sabor navideño en su máxima expresión
Jamón glaseado con clavo de olor, miel y especias
El Jamón navideño con clavo de olor – glaseado fácil se convierte en el alma de toda mesa festiva gracias a su aroma dulce y especiado, su textura tierna y su irresistible brillo dorado. El glaseado de miel, azúcar moreno, mostaza y jugo de naranja se funde sobre la superficie del jamón, creando una capa caramelizada que combina dulzura, acidez y un toque cálido de especias. El clavo de olor es el secreto que le otorga ese perfume característico de la Navidad, envolviendo la carne en una fragancia profunda y reconfortante.
Cada rebanada revela el equilibrio perfecto entre lo salado y lo dulce, una mezcla que conquista tanto por su sabor como por su aspecto visual. Al hornearse lentamente, la carne conserva su jugosidad interior mientras el exterior adquiere una textura brillante, ideal para convertirse en el centro de atención de cualquier comida navideña.
Origen y tradición del jamón navideño
El jamón horneado con clavo y miel tiene sus raíces en los antiguos banquetes europeos de invierno, donde el cerdo representaba prosperidad y abundancia. Las culturas nórdicas y anglosajonas popularizaron esta receta durante el solsticio de invierno, y con el tiempo se transformó en un símbolo culinario de la Navidad. Hoy en día, este plato combina siglos de tradición con un toque moderno, manteniendo viva la esencia de la cocina festiva en hogares de todo el mundo.
Aromas, textura y equilibrio de sabores
Los ingredientes principales trabajan en armonía para lograr un resultado excepcional:
- El jamón aporta un sabor intenso y una textura jugosa que contrasta con el dulzor del glaseado.
- El clavo de olor impregna cada fibra con un toque cálido y aromático.
- La miel y el azúcar moreno aportan color y un brillo dorado irresistiblemente navideño.
- La mostaza y el vinagre equilibran la dulzura con una ligera acidez.
- El jugo de naranja aporta frescura cítrica y realza los matices del glaseado.
El resultado es un plato sofisticado, aromático y festivo, capaz de llenar de calidez cualquier celebración.
Descubre más acompañamientos navideños
Si buscas ideas para acompañar tu jamón navideño glaseado con clavo de olor, en nuestra web también puedes encontrar recetas ideales para combinarlo:
- Zanahorias asadas con mantequilla y miel – receta fácil – un acompañamiento dulce y suave que complementa perfectamente el jamón.
- Knödel alemán de pan – receta rápida en 20 minutos – una guarnición clásica que absorbe el delicioso glaseado y resalta el sabor del plato principal.
Estas combinaciones aportan equilibrio y tradición a tu mesa navideña.
Esencia gastronómica del jamón glaseado
El jamón navideño con clavo de olor representa la unión perfecta entre la cocina artesanal y el espíritu festivo. Su glaseado dulce y especiado despierta los sentidos, mientras su textura jugosa y su presentación brillante evocan las celebraciones familiares de antaño.
El secreto del éxito está en hornear con paciencia, glasear en intervalos regulares y dejar reposar antes de cortar. Así, cada rebanada conserva su humedad y su aroma a especias, ofreciendo un equilibrio entre tradición y refinamiento.
Por qué te encantará esta receta
- Perfecta para celebraciones familiares y cenas festivas.
- Aroma clásico de Navidad con notas dulces y especiadas.
- Fácil de preparar, con resultados de calidad profesional.
- Ideal para preparar con antelación, manteniendo su sabor y textura.
- Versátil y elegante, combina con guarniciones dulces o saladas.
Conservación y preparación anticipada
El jamón glaseado puede conservarse en perfectas condiciones durante varios días. Una vez horneado, déjalo enfriar completamente antes de envolverlo en papel de aluminio o guardarlo en un recipiente hermético. Se mantiene fresco en el refrigerador hasta 5 días, y su sabor incluso mejora con el paso de las horas, ya que las especias se integran más profundamente.
Para un almacenamiento prolongado, corta en porciones y congela hasta por 2 meses. Al recalentar, cúbrelo con papel de aluminio y añade un poco de glaseado para recuperar su brillo y jugosidad. También puedes preparar el glaseado el día anterior, conservarlo refrigerado y aplicarlo justo antes de hornear para ahorrar tiempo sin sacrificar sabor.
El jamón navideño con clavo de olor – glaseado fácil es una muestra de cómo los sabores tradicionales pueden adaptarse a la cocina moderna sin perder su esencia. Su perfume a especias, su brillo dorado y su dulzura equilibrada lo convierten en un plato imprescindible para celebrar la Navidad con elegancia, sabor y calidez.
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- Precalentar el horno: Calienta el horno a 160 °C (325 °F). Forra una bandeja de horno grande con papel de aluminio y coloca una rejilla encima.
- Preparar el jamón: Con un cuchillo afilado, retira el exceso de piel, dejando una fina capa de grasa. Haz cortes en forma de rombo de aproximadamente 2,5 cm de profundidad. Si usas clavos enteros, inserta uno en cada cruce de los cortes. Esto aportará aroma y una presentación festiva.
- Preparar el glaseado: En una cacerola mediana, combina 240 ml de miel (1 cup), 200 g de azúcar moreno (1 cup), 6 g de clavo (2 tsp), 3 g de canela (1 tsp), 3 g de nuez moscada (1 tsp), 240 ml de jugo de naranja (1 cup), 30 g de mantequilla (2 tbsp) y 15 ml de vinagre (1 tbsp).
Cocina a fuego medio durante 6–8 minutos, removiendo constantemente, hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla espese ligeramente. El aroma debe ser dulce y especiado. - Barnizar el jamón: Coloca el jamón en la rejilla con el lado plano hacia abajo. Barniza generosamente con la mitad del glaseado caliente, cubriendo toda la superficie.
- Hornear el jamón: Hornea sin cubrir durante 1 hora. Retira del horno, vuelve a barnizar con el resto del glaseado y hornea otros 50–60 minutos.
El jamón debe verse dorado y caramelizado, y el glaseado burbujear ligeramente en los bordes. La temperatura interna debe alcanzar los 60 °C (140 °F). - Reposar el jamón: Retira del horno, cubre con papel de aluminio y deja reposar 15 minutos antes de cortar. Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne quede más tierna.
- Espesar el glaseado (opcional): Si prefieres una salsa más densa, vierte el glaseado restante en una cacerola pequeña, añade 8 g de maicena (1 tbsp) disuelta en 30 ml de agua (2 tbsp) y cocina a fuego bajo hasta que quede brillante y espeso.
- Cortar y servir: Corta el jamón en rebanadas finas con un cuchillo bien afilado. Sirve caliente con el glaseado por encima. Las rebanadas deben ser tiernas, aromáticas y con un brillo dorado.
FAQ question¿Puedo usar jamón sin hueso en lugar de jamón con hueso?
Sí, se puede usar jamón sin hueso, aunque el sabor será más suave. El jamón con hueso aporta un gusto más intenso y una textura más jugosa. Si utilizas uno sin hueso, reduce el tiempo de cocción unos 20 minutos y barniza con frecuencia para evitar que se seque.
FAQ question¿Con qué puedo sustituir el clavo de olor?
Puedes sustituir el clavo de olor por una mezcla de canela y pimienta de Jamaica para un sabor cálido, o por anís estrellado si prefieres un toque más suave. Estas opciones mantienen la esencia navideña del plato sin alterar su equilibrio dulce y especiado.
FAQ question¿Cómo evito que el jamón se seque en el horno?
Cúbrelo ligeramente con papel de aluminio durante la primera hora y barniza con glaseado cada 30 minutos. Esto crea vapor que conserva la humedad. No excedas los 60 °C (140 °F) de temperatura interna para evitar que la carne se endurezca.
FAQ question¿Puedo preparar el jamón con antelación?
Sí, este plato es ideal para preparar con antelación. Una vez cocido, deja enfriar y guarda envuelto en papel de aluminio o recipiente hermético. Se conserva bien hasta 5 días en el refrigerador. Al recalentar, agrega un poco de glaseado para mantener su brillo y sabor.
FAQ question¿Se puede congelar el jamón glaseado?
Sí, se puede congelar. Corta el jamón en porciones, envuélvelo en bolsas aptas para congelador y congélalo hasta por 2 meses. Descongélalo en el refrigerador y caliéntalo cubierto con papel de aluminio a baja temperatura para que mantenga su textura.
FAQ question¿Con qué acompañamientos combina mejor el jamón navideño?
Combina perfectamente con zanahorias asadas, puré de patatas o panecillos. Un toque ácido como una salsa de arándanos o mostaza de Dijon equilibra el dulzor del glaseado y resalta su sabor especiado.
FAQ question¿Cómo adapto la receta para una dieta sin gluten o sin lácteos?
Para una versión sin gluten, usa mostaza y vinagre certificados sin gluten. Para una versión sin lácteos, sustituye la mantequilla por aceite vegetal neutro. El resultado conserva el mismo brillo, aroma y sabor festivo.
He preparado y perfeccionado este jamón navideño muchas veces para lograr un glaseado equilibrado entre miel, especias y acidez. Lo que más disfruto es su aroma profundo y su corte jugoso, perfecto para compartir en celebraciones.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Sabor festivo equilibrado
El Jamón navideño con clavo de olor – glaseado fácil representa el equilibrio perfecto entre dulzura, especias y suavidad. El glaseado de miel, azúcar moreno, mostaza y jugo de naranja crea una capa dorada y brillante que envuelve la carne con un aroma cálido y reconfortante. Cada rebanada combina el sabor salado del jamón con el toque especiado del clavo, logrando un resultado que destaca por su aroma intenso y textura jugosa. Prepararlo requiere poco esfuerzo y ofrece resultados profesionales, ideales para celebraciones especiales.
Fácil de preparar y visualmente impresionante
Con solo 25 minutos de preparación y un horneado controlado, este plato transforma ingredientes sencillos en una pieza central elegante y festiva. El proceso de glaseado es simple: se aplica en capas para lograr un acabado brillante y una superficie caramelizada. Su textura interior se mantiene tierna gracias al horneado suave, mientras que el exterior adquiere un tono dorado que llama la atención en cualquier mesa. Es una receta que combina tradición con sencillez, perfecta tanto para cocineros principiantes como experimentados.
Versátil y adaptable a distintos gustos
El jamón glaseado con clavo puede adaptarse fácilmente a dietas sin gluten o sin lácteos, sustituyendo algunos ingredientes sin comprometer el sabor. Su durabilidad lo hace ideal para preparar con antelación o aprovechar en los días posteriores en sándwiches o platos fríos. Combina maravillosamente con guarniciones como zanahorias asadas o puré de patatas cremoso, creando una armonía de sabores entre dulce y salado.
Un clásico imprescindible de la Navidad
El jamón navideño con clavo de olor destaca por su carácter festivo, su aroma inconfundible y su presentación brillante. Es el plato perfecto para Nochebuena, comidas familiares o cenas de invierno, donde cada rebanada simboliza calidez, tradición y celebración. Un clásico que nunca pasa de moda y que convierte cualquier mesa en una experiencia verdaderamente navideña.
Alérgenos: No contiene alérgenos principales. Sin gluten ni lácteos si se sustituye la mantequilla por aceite vegetal.
Consejos de sustitución:
- Para una versión sin gluten, asegúrate de que la mostaza y el vinagre estén certificados como sin gluten.
- Para una versión sin lácteos, sustituye la mantequilla por 30 ml de aceite vegetal neutro (girasol o canola).
- Para un glaseado con menos azúcar, utiliza 120 ml de miel (½ cup) y 100 g de azúcar moreno (½ cup), aumentando el tiempo de horneado en 10 minutos para lograr la caramelización adecuada.
Vitaminas y minerales (por ración):
- Vitamina B1 (Tiamina): 0,7 mg – favorece el metabolismo energético y la función nerviosa.
- Vitamina B6: 0,4 mg – ayuda al metabolismo de proteínas y salud cerebral.
- Vitamina B12: 1,1 µg – contribuye a la formación de glóbulos rojos.
- Hierro: 1,8 mg – apoya el transporte de oxígeno y reduce la fatiga.
- Zinc: 2,6 mg – fortalece el sistema inmunológico y la reparación celular.
- Fósforo: 260 mg – importante para la salud ósea y el almacenamiento de energía.
- Potasio: 430 mg – regula la presión arterial y el equilibrio hídrico.
Antioxidantes (por ración):
- Polifenoles del clavo: 25 mg – combaten el estrés oxidativo y la inflamación.
- Flavonoides de la miel: 12 mg – refuerzan la defensa inmunitaria y la protección celular.
- Vitamina C del jugo de naranja: 18 mg – estimula la formación de colágeno y la actividad antioxidante.
Recetas que vale la pena probar
