Kunafa para 8 porciones, lista en 55 minutos (30 de preparación, 25 de horneado). Hecha con masa kataifi, queso derretido, mantequilla y jarabe de rosas y azahar. Un postre crujiente y cremoso con sabor auténtico del Medio Oriente, ideal para celebraciones o para disfrutar caliente recién horneado con pistachos triturados.

El arte irresistible de preparar la Kunafa perfecta
Un postre árabe dorado, crujiente y con el queso más cremoso
Kunafa es uno de los postres más emblemáticos del Medio Oriente, una joya dorada que combina capas de masa fina y crujiente, un interior de queso fundente y un toque de jarabe aromatizado con agua de azahar o de rosas. Cada porción ofrece una experiencia única: una textura que cruje al primer bocado y un corazón suave, dulce y perfumado. Esta exquisita receta tradicional, preparada durante siglos en las cocinas de Palestina, Líbano, Egipto y Siria, se ha convertido en símbolo de celebración y hospitalidad en todo el mundo árabe.
La magia de la Kunafa radica en la perfecta armonía entre sus ingredientes. La base de masa kataifi o sémola se mezcla con mantequilla o ghee clarificado, lo que aporta ese dorado intenso y ese sabor inconfundible. En su interior, el queso fresco y suave se derrite creando una capa elástica y cremosa, mientras el jarabe dulce, con notas florales, equilibra la textura y el sabor. Finalmente, una lluvia de pistachos molidos aporta color, aroma y un contraste perfecto.
Origen y tradición de la Kunafa
El origen de la Kunafa (también conocida como Knafeh, Künefe o Kanafeh) se remonta a las cocinas del antiguo Imperio Otomano y las regiones del Levante. Se dice que era un postre servido a la realeza durante el mes de Ramadán, como una forma de romper el ayuno con algo dulce, cálido y reconfortante. Con el paso del tiempo, la receta se extendió por todo el Medio Oriente, adaptándose a cada región con ligeras variaciones en la masa o el relleno, pero siempre manteniendo su esencia: una celebración de la dulzura y la textura.
Hoy en día, la Kunafa es mucho más que un postre. Representa la conexión entre generaciones, la tradición familiar y la calidez de las celebraciones árabes. Prepararla y compartirla se considera un gesto de amor y hospitalidad.
La experiencia sensorial de una Kunafa auténtica
El encanto de la Kunafa está en sus contrastes: una superficie dorada y crujiente, un centro cremoso y un delicado aroma floral. Cada ingrediente cumple un papel clave en esta experiencia sensorial:
- La masa kataifi o sémola tostada aporta el toque crujiente característico.
- El queso fundido, ligeramente salado, crea un equilibrio perfecto con el dulzor del jarabe.
- La mantequilla o ghee intensifica el sabor y realza el color dorado.
- El jarabe de azúcar, perfumado con agua de azahar o de rosas, aporta humedad y aroma.
- Los pistachos triturados coronan el postre con su textura y color vibrante.
Servida caliente, recién salida del horno, la Kunafa deslumbra con su brillo, su aroma y esa irresistible capa de queso derretido que se estira en cada porción. Es un postre que invita a compartir, ideal para celebraciones, cenas especiales o momentos familiares.
Por qué te encantará esta receta
- Texturas perfectas: crujiente por fuera y cremosa por dentro.
- Sabor auténtico: inspirado en las recetas tradicionales del Medio Oriente.
- Aroma delicado: gracias al agua de azahar y de rosas.
- Versatilidad: se puede preparar con diferentes tipos de queso o masa.
- Ideal para compartir: perfecta para fiestas, celebraciones o cenas elegantes.
- Resultado garantizado: pasos claros y sencillos para un postre profesional.
Cómo conservar y preparar con antelación
La Kunafa puede conservarse fácilmente sin perder su textura ni su sabor. Una vez horneada y enfriada, se puede guardar en el refrigerador hasta tres días, bien cubierta para evitar que absorba humedad. Al recalentarla, basta colocarla en el horno a temperatura baja durante unos minutos para que el queso vuelva a derretirse y la superficie recupere su crocantez.
Si se desea preparar con antelación, se puede montar la Kunafa sin añadir el jarabe y conservarla en el refrigerador hasta 24 horas antes de hornear. De esta forma, se hornea justo antes de servir y se añade el jarabe caliente sobre el postre recién salido del horno, logrando un equilibrio perfecto entre crujiente, dulce y cremoso.
La esencia cultural de la Kunafa en la gastronomía árabe
Dentro de la cultura del Medio Oriente, la Kunafa simboliza alegría, generosidad y unión familiar. No falta en las mesas durante el Ramadán, las bodas o los grandes encuentros. Su preparación se ha convertido en un ritual, y su sabor, en un recuerdo imborrable.
Más allá de su apariencia brillante y su sabor seductor, la Kunafa representa el arte de transformar ingredientes sencillos —masa, queso, mantequilla y azúcar— en un postre de elegancia incomparable, capaz de conquistar a cualquier paladar con su calidez y autenticidad.
- Precalentar el horno:
Calienta el horno a 190 °C (375 °F). Engrasa un molde redondo de 30 cm con una fina capa de mantequilla derretida para evitar que se pegue. - Preparar el almíbar:
En una cacerola pequeña, mezcla 200 g de azúcar (1 cup), 120 ml de agua (½ cup) y 15 ml de jugo de limón (1 tbsp). Lleva a ebullición a fuego medio, luego reduce y cocina 8–10 minutos hasta que espese ligeramente. Retira del fuego y añade 15 ml de agua de azahar (1 tbsp) y 15 ml de agua de rosas (1 tbsp). Deja enfriar completamente. - Preparar el queso:
Remoja 400 g de queso akkawi (2 cups) en agua fría durante 1–2 horas, cambiando el agua varias veces para reducir la sal. Escurre y ralla finamente. Mezcla con 200 g de queso mozzarella (1 cup) y reserva. - Preparar la base de masa:
Coloca 450 g de masa kataifi (1 lb) en un bol grande y separa las hebras suavemente con las manos. Vierte 230 g de mantequilla derretida (1 cup) sobre la masa y mezcla hasta que esté completamente impregnada. - Montar la kunafa:
Extiende la mitad de la masa kataifi en el molde preparado y presiona ligeramente para formar una capa uniforme. Añade la mezcla de queso sobre la base y cubre con el resto de la masa, presionando suavemente para nivelar la superficie. - Hornear el postre:
Hornea durante 25 minutos o hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Gira el molde a la mitad del tiempo para un dorado uniforme. - Añadir el almíbar:
Saca la kunafa del horno y vierte el almíbar frío de manera uniforme sobre el postre caliente. Deja reposar 10 minutos para que se absorba el jarabe. - Decorar y servir:
Espolvorea 60 g de pistachos triturados (½ cup) por encima mientras aún esté tibia. Corta en porciones y sirve caliente, con el queso fundido y el exterior crujiente.
FAQ question¿Cuál es el mejor queso para hacer Kunafa?
El mejor queso para Kunafa es el queso akkawi o nabulsi, por su sabor suave y capacidad de fundirse sin volverse líquido. Si no los consigues, puedes usar queso mozzarella fresco. Remoja el queso salado en agua fría para eliminar el exceso de sal y conseguir una textura cremosa.
FAQ question¿Puedo preparar Kunafa sin masa kataifi?
Sí, pero la textura cambiará. Puedes sustituir la masa kataifi por sémola fina o masa filo desmenuzada. La sémola da una base más suave, mientras que la masa filo mantiene el toque crujiente. Para una versión sin gluten, usa una mezcla de copos de arroz y harina de almendra.
FAQ question¿Por qué mi Kunafa no queda crujiente?
La Kunafa no queda crujiente si la masa no se cubre bien con mantequilla derretida o si el horno no alcanza suficiente temperatura. Hornéala a 190 °C hasta que esté dorada y añade el almíbar frío sobre el postre caliente para conservar el crujido y evitar que se ablande.
FAQ question¿Cómo conservar y recalentar la Kunafa?
Guarda la Kunafa cubierta en el refrigerador hasta 3 días. Para recalentar, usa el horno a 160 °C durante unos 10 minutos, lo que recupera la textura crujiente y derrite el queso. Evita usar microondas, ya que humedece la masa y elimina la textura dorada.
FAQ question¿Se puede congelar la Kunafa?
Sí, pero lo mejor es congelarla antes de hornear. Arma el postre, envuélvelo bien en plástico y papel de aluminio, y congélalo hasta por 1 mes. Hornéalo directamente desde el congelador a 190 °C hasta que esté dorado, y añade el almíbar caliente justo al salir del horno.
FAQ question¿Cómo hacer una versión sin gluten o sin lácteos?
Para una versión sin gluten, reemplaza la masa kataifi por masa filo sin gluten o mezcla de copos de arroz. Para una versión vegana o sin lácteos, usa mantequilla vegetal y queso vegano tipo mozzarella o crema vegetal, conservando el sabor original con una textura suave.
FAQ question¿Con qué se puede decorar o servir la Kunafa?
La Kunafa se decora tradicionalmente con pistachos triturados o hojuelas de coco tostado. Puedes añadir un toque de jarabe de rosas o miel ligera para realzar el brillo. Sírvela caliente, acompañada de té de menta o café árabe, para equilibrar el dulzor del postre.
Perfeccionamos cada detalle de esta Kunafa con nuestra experiencia en pastelería profesional y repostería internacional, probando tiempos, texturas y temperaturas hasta lograr un resultado digno de un maestro repostero.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
La magia de la Kunafa auténtica
Kunafa: receta auténtica de postre crujiente con queso combina la textura dorada y crujiente de la masa kataifi con la suavidad del queso fundido y el toque floral del jarabe de rosas y azahar. Su preparación es sencilla y rápida, lista en menos de una hora, perfecta para quienes buscan un postre elegante y diferente con sabor tradicional del Medio Oriente. Cada bocado ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura, aroma y cremosidad, ideal para sorprender en cualquier ocasión.
Fácil de preparar y con resultados perfectos
Gracias a su proceso claro y estructurado, esta receta de Kunafa garantiza éxito incluso para principiantes. Los pasos aseguran que la capa superior quede crujiente y dorada, mientras el interior mantiene un queso elástico y suave. Los detalles como verter el almíbar frío sobre el postre caliente hacen que la textura se conserve intacta y el sabor sea auténtico. Puede adaptarse fácilmente a versiones sin gluten o sin lácteos sin perder su esencia, utilizando masa sin gluten o queso vegetal.
Ideal para compartir y disfrutar en celebraciones
Servida caliente, la Kunafa se convierte en el centro de atención en cualquier mesa. Es perfecta para reuniones familiares, fiestas, cenas especiales o celebraciones religiosas como el Ramadán. Su aspecto dorado y su aroma delicado la convierten en un símbolo de hospitalidad y alegría. Además, puede prepararse con antelación, conservarse en el refrigerador y servirse recién horneada, lo que la hace práctica y versátil.
Un postre que conquista todos los sentidos
Más que un dulce, la Kunafa representa una experiencia sensorial completa: el crujido de la masa, la suavidad del queso y el perfume del jarabe crean una armonía inconfundible. Es un postre único, tradicional y universalmente apreciado, perfecto para compartir y celebrar los momentos más dulces de la vida.
Alérgenos:
Contiene gluten (masa kataifi), lácteos (queso, mantequilla) y frutos secos (pistachos).
Sugerencias de sustitución:
- Para una versión sin gluten, reemplaza la masa kataifi por masa filo sin gluten o una mezcla de harina de almendra con copos de arroz.
- Para una opción sin lácteos o vegana, utiliza mantequilla vegetal y queso vegano tipo mozzarella o crema vegetal.
- Para alérgicos a los frutos secos, omite los pistachos o sustituye por copos de coco tostado.
Vitaminas y minerales (por porción):
- Calcio: 220 mg – fortalece los huesos y dientes.
- Fósforo: 180 mg – favorece el metabolismo energético.
- Vitamina A: 120 µg – contribuye a la salud visual y de la piel.
- Vitamina B12: 0,9 µg – esencial para la función nerviosa y formación de glóbulos rojos.
- Magnesio: 35 mg – apoya la relajación muscular y la función cardíaca.
- Zinc: 1,4 mg – fortalece el sistema inmunitario y promueve la cicatrización.
Antioxidantes (por porción):
- Vitamina E: 1,2 mg – ayuda a proteger las células del daño oxidativo.
- Polifenoles: 45 mg – favorecen la salud cardiovascular, presentes en pistachos y agua de rosas.
- Carotenoides: 25 µg – benefician la piel y la vista.