Receta de Flammkuchen crujiente con bacon y cebolla para 4 personas, lista en 27 minutos (15 de preparación, 12 de horneado). Base fina sin levadura, cubierta con crème fraîche, crema agria, cebolla laminada y bacon dorado. Textura crujiente, sabor intenso, perfecta para compartir caliente.

Una versión gourmet del clásico alemán
Una masa fina y crujiente con sabores intensos y equilibrados
Receta de Flammkuchen crujiente con bacon y cebolla, una especialidad de Alemania y la región de Alsacia, combina una base ultrafina horneada a alta temperatura con una mezcla cremosa que realza el contraste entre el bacon ahumado y la cebolla caramelizada. Su textura ligera permite disfrutar de un plato saciante sin ser pesado, ideal para cenas informales, reuniones familiares o como entrante original.
Este plato tiene sus raíces en los antiguos hornos de pan de Alsacia, donde los panaderos utilizaban la masa del Flammkuchen para medir la temperatura del horno antes de hornear el pan. Con el tiempo, esta creación sencilla se transformó en un ícono culinario regional, caracterizado por su mezcla de crema, masa fina y toppings completos pero equilibrados.
La textura de la masa se consigue gracias a una preparación sin levadura, lo que permite estirarla muy fina y hornearla hasta lograr una superficie crujiente y dorada. La mezcla de crema aporta untuosidad y actúa como base para los sabores salados del bacon y dulces de la cebolla. El contraste final se realza con un toque de pimienta negra recién molida.
Por qué te encantará esta receta
- Lista en menos de 30 minutos
- Textura crujiente con bordes dorados
- Sabor equilibrado: cremoso, salado y ligeramente dulce
- Perfecta para compartir en una tabla al centro
- Fácil de adaptar a distintas dietas y ocasiones
Cómo se equilibran los ingredientes
- La crema fresca o mezcla láctea aporta cuerpo sin dominar los demás sabores.
- El bacon añade un punto salado y crujiente.
- La cebolla en láminas finas carameliza ligeramente en el horno aportando dulzor natural.
- La masa fina actúa como lienzo para estos contrastes y asegura una cocción rápida.
Conservación y preparación anticipada
El Flammkuchen puede conservarse en la nevera hasta 2 días una vez cocido, guardado en un recipiente hermético. Para recalentar y mantener su textura crujiente, es mejor usar el horno o una sartén a fuego medio, nunca microondas.
La masa puede prepararse con antelación y guardarse en la nevera hasta 24 horas o congelarse en porciones estiradas entre papeles de horno. El montaje de los ingredientes debe realizarse justo antes de hornear para evitar que la base absorba demasiada humedad.
Tradición en la mesa: Flammkuchen y cultura gastronómica alemana
Este plato se suele servir cortado en cuadrados o rectángulos y acompañado de vino blanco seco o cerveza artesanal. Es una receta que se adapta bien a cenas sociales, permitiendo que los comensales disfruten trozos individuales y sabores auténticos. Su versatilidad también lo convierte en una excelente opción como entrada, plato principal ligero o incluso como receta base para versiones vegetarianas o con verduras de temporada.
- Preparar la masa:
En un bol grande, mezclar 160 g de harina de trigo, 3 g de sal, 120 ml de agua tibia y 30 ml de aceite vegetal. Remover con una cuchara de madera hasta formar una masa. Amasar sobre una superficie enharinada durante 3–4 minutos hasta obtener una masa suave y elástica. Si queda demasiado seca, añadir 1 cucharadita de agua y amasar de nuevo. - Precalentar el horno:
Calentar el horno a 250 °C (480 °F). Si se usa piedra para pizza, colocarla dentro para que se caliente. Un horno bien caliente asegura una base crujiente. - Estirar la masa:
Espolvorear harina sobre la encimera y estirar la masa muy fina formando un rectángulo de unos 30×40 cm (12×16 in). Debe quedar casi translúcida. Colocar sobre papel de horno sobre una bandeja. - Preparar la base de crema:
En un cuenco pequeño, mezclar 120 g de crème fraîche y 120 g de crema agria hasta obtener una mezcla homogénea. Extender sobre la masa con una espátula, dejando un pequeño borde en los bordes. - Añadir los ingredientes:
Distribuir 120 g de cebolla laminada y 140 g de bacon en dados sobre la mezcla de crema. Espolvorear con 1 g de pimienta negra recién molida. - Hornear el Flammkuchen:
Hornear durante 12 minutos, hasta que los bordes estén dorados y crujientes y el bacon cocido. Si no está dorado, hornear 1–2 minutos más. - Servir:
Cortar en cuadrados y servir caliente. La base debe estar crujiente y la cebolla ligeramente caramelizada.
FAQ question¿Puedo sustituir la crème fraîche por yogur?
Sí, puedes usar yogur griego como sustituto de la crème fraîche, pero tendrá un sabor más ácido y una textura menos cremosa. Para equilibrar, mezcla con un poco de crema o leche.
FAQ question¿Por qué mi masa quedó demasiado blanda o pegajosa?
La masa queda pegajosa si tiene demasiada agua o poca harina. Añade harina poco a poco hasta que esté suave y elástica. Si queda seca, agrega 1 cucharadita de agua y amasa de nuevo.
FAQ question¿Se puede guardar o congelar el Flammkuchen?
Sí, puedes guardar el Flammkuchen cocido en la nevera hasta 2 días en un recipiente hermético. Para congelarlo, hornea primero, deja enfriar y envuélvelo bien. Recalienta en horno caliente para recuperar la textura crujiente.
FAQ question¿Cómo hacer esta receta sin gluten?
Usa una mezcla de harina sin gluten apta para bases finas. Asegúrate de que incluya goma xantana para mantener la elasticidad. Conserva la misma cantidad de líquidos para una base delgada y crujiente.
FAQ question¿Qué puedo usar en lugar de bacon si soy vegetariano/a?
Puedes cambiar el bacon por tofu ahumado, champiñones laminados o tiras de pimiento asado. Saltea primero para reducir la humedad y mejorar el sabor.
FAQ question¿Por qué mi Flammkuchen no quedó crujiente?
Probablemente el horno no estaba lo suficientemente caliente o la masa estaba demasiado gruesa. Precalienta bien el horno a 250 °C y estira la masa muy fina. Usa una bandeja precalentada o piedra para pizza si es posible.
FAQ question¿Cómo se sirve mejor el Flammkuchen?
Sirve cortado en cuadrados, sobre tabla de madera o bandeja caliente. Puedes añadir cebollino fresco o perejil picado justo al servir. Combina bien con vino blanco seco o cerveza artesanal.
He preparado este Flammkuchen crujiente muchas veces, ajustando el grosor de la masa y la proporción de crema para lograr una textura ligera y un sabor equilibrado entre la cebolla y el bacon. Sé que este plato funciona por su rapidez y su autenticidad alemana.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Puntos clave de la Receta de Flammkuchen crujiente con bacon y cebolla
La Receta de Flammkuchen crujiente con bacon y cebolla combina una base fina y dorada con una mezcla cremosa y equilibrada de sabores. Lista en solo 27 minutos, es una opción ideal para quienes buscan una comida rápida pero llena de carácter. La textura crujiente de la masa contrasta con la suavidad de la crema y el toque ahumado del bacon, ofreciendo un equilibrio perfecto entre sencillez y sabor intenso.
Opciones adaptables según tus necesidades
Este Flammkuchen puede adaptarse fácilmente a distintos estilos de vida y dietas. Para una versión vegetariana, se puede sustituir el bacon por champiñones salteados o tofu ahumado. Las personas con intolerancia al gluten pueden preparar la base con una mezcla de harina sin gluten, manteniendo la misma proporción de líquidos para lograr una textura fina y crujiente. Para una versión sin lácteos, es posible usar crema vegetal o yogur vegetal. Estos cambios mantienen el carácter crujiente y el contraste de sabores sin perder autenticidad.
Almacenamiento y recalentado
Este plato conserva su textura si se guarda correctamente. El Flammkuchen puede refrigerarse hasta 2 días en un recipiente hermético. Para recalentarlo, utiliza el horno a temperatura alta durante unos minutos para recuperar el punto crujiente. También puede congelarse tras el horneado, bien envuelto, y calentarse directamente desde el congelador sin perder calidad.
Cuándo servirlo
Funciona tanto como plato principal ligero como entrante para compartir, perfecto para cenas informales, noches de película, reuniones familiares o comidas estilo buffet. Se sirve mejor recién horneado, cortado en cuadrados y acompañado de una ensalada fresca, vino blanco seco o cerveza artesanal. Su rapidez de preparación y su sabor auténtico lo convierten en una elección ideal para sorprender sin complicaciones.
La Receta de Flammkuchen crujiente con bacon y cebolla destaca por su simplicidad, su textura única y su versatilidad en la mesa, capaz de combinar tradición alemana con comodidad moderna en cada bocado.
Alérgenos:
Contiene gluten (harina de trigo), lácteos (crème fraîche, crema agria).
Contiene carne de cerdo (bacon).
Opciones de sustitución:
- Sin gluten: usar mezcla de harina sin gluten apta para bases finas.
- Sin lácteos: sustituir crème fraîche y crema agria por alternativas vegetales (yogur de coco o crema de anacardos).
- Vegetariana: reemplazar el bacon por champiñones en láminas o tiras de tofu ahumado.
Vitaminas y minerales (por ración):
- Vitamina A: 110 µg – favorece la salud visual
- Vitamina B12: 0,6 µg – contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso
- Vitamina D: 1,2 µg – apoya la salud ósea
- Calcio: 90 mg – esencial para huesos y dientes
- Hierro: 1,8 mg – ayuda al transporte de oxígeno
- Potasio: 210 mg – regula el equilibrio de fluidos
Antioxidantes (por ración):
- Betacaroteno: 300 µg – fortalece el sistema inmunológico
- Selenio: 9 µg – protege las células del daño oxidativo
- Quercetina (de la cebolla): 15 mg – propiedades antiinflamatorias





