Rinde 6 porciones, listo en 145 minutos (25 preparación, 120 cocción). Estofado de cordero con repollo y romero, cocinado a fuego lento con verduras y caldo. Sabor profundo, textura tierna, ideal para días fríos. Plato de una sola olla, fácil de preparar y perfecto para cocinar con antelación. Resultado final: estofado aromático, reconfortante, con carne que se deshace y repollo suave.

Estofado tradicional de cordero con repollo y hierbas aromáticas
Un plato rústico, reconfortante y lleno de sabor casero
El estofado de cordero con repollo y romero reúne ingredientes sencillos que, cocinados a fuego lento, se transforman en un plato cálido y lleno de personalidad. El cordero aporta una textura tierna y jugosa que se deshace suavemente al cocinarse durante largo tiempo, mientras que el repollo se vuelve delicado y ligeramente dulce, absorbiendo los jugos naturales de la carne. El romero fresco añade una nota herbal y perfumada que envuelve cada bocado con un aroma profundo y reconfortante.
Este estofado refleja la esencia de la cocina rural europea, donde el tiempo y el cuidado en la preparación son tan importantes como la calidad de los ingredientes. En zonas de clima frío como el norte de España, Francia o Irlanda, la combinación de cordero estofado y verduras de invierno ha sido durante siglos una forma práctica y deliciosa de nutrir a familias enteras con platos únicos, llenos de sustancia. El uso de romero se remonta a la tradición mediterránea, donde esta hierba se utilizaba por su fragancia y también por su capacidad de realzar el sabor de las carnes más intensas.
Equilibrio perfecto de sabor y textura
Cada ingrediente cumple un papel esencial en este estofado de cordero con repollo:
- El cordero crea una base rica y llena de profundidad, gracias a su contenido natural de grasa que se funde lentamente.
- El repollo suaviza el plato con un contraste fresco y ligeramente dulce.
- El romero fresco aporta aroma y estructura herbácea, elevando cada cucharada.
- Las zanahorias, cebolla y ajo forman el sofrito inicial que libera dulzor y sabor caramelizado.
- El uso de caldo y vino blanco ayuda a crear un fondo con cuerpo, perfecto para mojar pan o servir sobre puré.
Cuando se cocina lentamente, la salsa se espesa de forma natural, envolviendo cada trozo de carne y verdura en una textura sedosa y llena de sabor.
Por qué te encantará esta receta
- Plato de una sola olla: fácil de preparar y muy práctico.
- Sabor profundo y casero con ingredientes sencillos.
- Ideal para preparar con antelación: mejora su sabor al reposar.
- Perfecto para el invierno y comidas familiares reconfortantes.
- Textura tierna y aromática, con un equilibrio natural entre carne y verduras.
Conservación y preparación con antelación
El estofado de cordero con repollo se conserva excepcionalmente bien gracias a su cocción lenta y su contenido natural de grasa y caldo. Una vez frío, puede guardarse en un recipiente hermético en el frigorífico durante 3–4 días, tiempo en el que el sabor incluso se intensifica. Al recalentar, bastará con un fuego suave para recuperar su textura y aroma original.
También puede congelarse hasta 3 meses, siempre que se deje enfriar por completo y se guarde en porciones. Al descongelar, se recomienda pasar del congelador a la nevera durante la noche y luego calentar a fuego lento para que la salsa recupere su consistencia.
Este plato es perfecto para cocinar el día anterior si se desea ahorrar tiempo, o para tener comida preparada para la semana sin perder calidad ni sabor.
Fusión de tradición y sabor
El equilibrio entre cordero, repollo y romero convierte este estofado en una receta con raíces profundas, que respeta las costumbres culinarias de la cocina europea. Su carácter rústico, su calidez y su aroma inconfundible lo convierten en un plato perfecto para compartir en familia, especialmente en los meses más fríos.
- Preparar el cordero:
Secar 900 g de paleta de cordero con papel de cocina. Cortar en cubos de unos 5 cm para una cocción uniforme y dorado adecuado. - Sellar la carne:
Calentar 30 ml de aceite de oliva en una olla grande y pesada a fuego medio-alto. Añadir los cubos de cordero por tandas y dorar cada lado durante 3–4 minutos, hasta que tengan un color dorado y bordes crujientes. Retirar y reservar. - Saltear las verduras:
En la misma olla, añadir 30 g de mantequilla. Sofreír 150 g de cebolla, 150 g de zanahoria y 9 g de ajo durante 5–6 minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. El aroma debe ser dulce y caramelizado. - Desglasar y aromatizar:
Verter 240 ml de vino blanco seco y remover con una espátula raspando el fondo. Cocinar 3 minutos hasta reducir a la mitad. Añadir 6 g de romero fresco picado y 1 hoja de laurel. - Añadir el repollo y el caldo:
Colocar la mitad del repollo (500 g) en la olla, cubrir con la carne sellada, añadir el resto del repollo y verter 480 ml de caldo de carne. Sazonar con 15 g de sal y 2 g de pimienta negra. Mezclar suavemente. - Cocinar a fuego lento:
Llevar a ebullición suave. Reducir el fuego al mínimo, tapar y cocinar 1 hora y 45 minutos, removiendo cada 30 minutos para evitar que se pegue. El cordero debe quedar muy tierno y el repollo suave. - Comprobar la cocción:
El cordero estará listo cuando se pueda traspasar con un tenedor y se deshaga ligeramente. La salsa debe ser espesa y de color marrón dorado. Si está muy líquida, destapar en los últimos 15 minutos. - Ajustar sabor:
Probar y añadir más sal si es necesario. Retirar la hoja de laurel. La mezcla debe tener equilibrio entre el sabor intenso de la carne, el dulzor del repollo y el aroma del romero. - Reposar antes de servir:
Dejar reposar 10 minutos sin tapa para que la salsa se asiente y espese un poco más. - Cómo servir:
Servir caliente en cuencos hondos, acompañado de pan rústico o puré de patatas. El estofado debe presentar trozos tiernos de cordero, repollo suave y una salsa rica y brillante.
FAQ question¿Puedo usar carne de cordero joven en lugar de cordero adulto?
Sí, el cordero joven funciona bien, aunque tendrá un sabor más suave y una cocción más rápida. El cordero adulto ofrece un gusto más profundo y resistente al tiempo de cocción prolongado usado en este estofado.
FAQ question¿Qué tipo de repollo es el mejor para este plato?
El repollo verde es ideal porque se vuelve dulce y tierno al cocinarse. El repollo rizado funciona si quieres una textura más ligera. Evita el repollo morado, ya que cambia el color y el tono del guiso.
FAQ question¿Por qué mi estofado quedó muy líquido?
El estofado queda líquido si hay exceso de caldo o falta de reducción. Cocina sin tapa los últimos 15–20 minutos o machaca parte de las verduras dentro de la salsa para espesarla de forma natural.
FAQ question¿Se puede preparar el estofado con antelación?
Sí. Este estofado está aún mejor al día siguiente. Los sabores se intensifican y la textura se asienta. Guarda en un recipiente hermético en la nevera hasta 4 días o congélalo hasta 3 meses.
FAQ question¿Cómo debo conservar las sobras correctamente?
Deja enfriar por completo y guarda en recipientes herméticos de vidrio. Para recalentar, hazlo a fuego suave para preservar la textura. Evita recalentar varias veces, ya que la carne puede secarse.
FAQ question¿Con qué puedo acompañar este estofado?
Sirve con pan crujiente, puré de patatas o arroz blanco. Una ramita extra de romero fresco o un chorrito de aceite de oliva realzan el plato antes de llevarlo a la mesa.
FAQ question¿Es apto para dietas sin gluten o sin lácteos?
Sí. Es naturalmente sin gluten si usas un caldo certificado. Para una versión sin lácteos, sustituye la mantequilla por aceite de oliva.
He perfeccionado muchos guisos en mi carrera, y este estofado de cordero con repollo y romero es uno de los más completos que he probado. Probé varias cocciones hasta lograr el equilibrio perfecto entre suavidad, aroma y sabor.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Armonía de sabor y textura
Estofado de cordero con repollo y romero combina la intensidad jugosa de la carne con la suavidad del repollo y el aroma profundo del romero fresco. La cocción lenta permite que cada ingrediente se transforme: el cordero queda tierno, casi deshaciéndose, mientras el repollo absorbe los jugos del caldo y las hierbas, creando una mezcla equilibrada y llena de matices. Cada bocado revela una textura sedosa y un fondo de sabor rústico y reconfortante.
Comodidad en una sola olla
Diseñado como un plato de una sola olla, este estofado es perfecto para quienes buscan una comida completa sin complicaciones. Con ingredientes básicos y una técnica simple, ofrece un gran resultado sin necesidad de equipos especiales. La cocción prolongada hace el trabajo, permitiendo que los sabores se integren sin esfuerzo adicional. Es ideal tanto para cocineros principiantes como para quienes disfrutan de platos caseros con carácter.
Versátil para preparar con antelación
Estofado de cordero con repollo y romero mejora su sabor al día siguiente, lo que lo convierte en una opción excelente para preparar con antelación. Se puede refrigerar durante varios días, recalentar fácilmente o incluso congelar sin perder su textura ni su intensidad de sabor. Su composición lo hace naturalmente sin gluten, y se adapta a una versión sin lácteos sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva. Perfecto para planificar comidas familiares o cenas entre semana.
Ideal para días fríos y mesas familiares
Con su carácter cálido, profundo y hogareño, el estofado de cordero con repollo y romero es perfecto para disfrutar en invierno, en reuniones familiares o en comidas que buscan transmitir calidez y tradición. Su aroma llena la cocina, su presencia conquista la mesa, y su sabor convierte cada cucharada en una experiencia reconfortante.
Alérgenos: Ninguno presente.
Sugerencias de sustitución:
- Para una versión sin gluten, usar caldo certificado sin gluten.
- Para una versión sin lácteos, reemplazar mantequilla con 15 ml de aceite de oliva.
- No hay sustitución adecuada para la carne debido a la naturaleza del plato.
Vitaminas y minerales (por ración):
- Vitamina C (25 mg): refuerza la inmunidad y ayuda a absorber hierro.
- Vitamina B12 (2,1 µg): clave para la sangre y el sistema nervioso.
- Hierro (4,5 mg): favorece el transporte de oxígeno y la energía.
- Potasio (640 mg): regula líquidos y función muscular.
- Zinc (3,8 mg): apoya defensas e integración celular.
- Magnesio (45 mg): reduce fatiga y apoya el metabolismo.
Antioxidantes (por ración):
- Ácido rosmarínico (del romero): reduce inflamación y favorece salud cardiovascular.
- Betacaroteno (de la zanahoria): mejora visión y salud celular.
- Sulforafano (del repollo): favorece desintoxicación y refuerza el sistema inmune.





