Patatas al horno crujientes para 6 raciones, 15 min de preparación, 45 min de cocción, 60 min en total. Patatas, aceite, ajo y hierbas para lograr una corteza dorada y un interior suave. Perfectas para Navidad o cenas especiales. Resultado: textura crujiente, sabor intenso, guarnición ideal para carnes, aves o menús vegetarianos.

Patatas asadas crujientes para tu menú navideño
Guía imprescindible para lograr el dorado perfecto con interior suave
Las patatas al horno crujientes están entre los acompañamientos más deseados en las mesas festivas. Su corteza dorada y crujiente contrasta con un interior suave y esponjoso, resultado de una técnica precisa que combina el tipo correcto de patata, un precocinado adecuado y un horneado a alta temperatura. Este plato se ha convertido en un clásico de la gastronomía navideña gracias a su sabor reconfortante, su sencillez y su capacidad de combinar con carnes, pescado o recetas vegetarianas.
La clave está en elegir patatas ricas en almidón, capaces de desarrollar una textura rugosa tras la cocción previa. Ese detalle facilita que el aceite caliente genere una superficie crujiente al hornearse. El uso de hierbas frescas como el romero o el perejil aporta un aroma cálido, mientras que la sal y el ajo en polvo refuerzan el sabor sin necesitar ingredientes complicados. Las patatas deben colocarse separadas entre sí en la bandeja para que se doren por igual, evitando que se humedezcan o se cuezan al vapor en lugar de asarse.
Origen y tradición de las patatas asadas
Las patatas asadas tienen sus raíces en las cocinas rurales de Europa, donde se preparaban lentamente en hornos de leña. Con el tiempo se convirtieron en una guarnición esencial de los asados dominicales británicos y, más tarde, en un acompañamiento emblemático de la cena de Navidad. Su éxito se debe a la combinación de pocos ingredientes, método simple y resultado irresistible: crujientes por fuera, suaves por dentro, perfectas para absorber jugos y salsas de los platos principales.
Por qué te encantará esta receta
- Corteza crujiente garantizada
- Textura interior tierna, nunca harinosa
- Ideal para cenas navideñas y otras celebraciones
- Preparación sencilla con ingredientes básicos
- Apta para dietas sin gluten y veganas
- Perfecta para combinar con carnes, aves o platos vegetarianos
Técnicas claves para el mejor resultado
Para conseguir ese contraste perfecto entre lo crujiente y lo tierno, cada etapa es importante:
- Cocer brevemente antes de hornear para activar el almidón
- Agitar las patatas tras la cocción para crear bordes rugosos
- Calentar previamente el aceite para sellar la superficie al contacto
- Hornear a temperatura alta y dar la vuelta varias veces durante el proceso
- Añadir las hierbas frescas al final para conservar su aroma
Conservación y preparación anticipada
Las patatas pueden precocer y escurrir con antelación si necesitas ahorrar tiempo el día de la celebración. Tras hervirlas y removerlas para crear textura, deja que se enfríen completamente y guárdalas en la nevera, sin sazonar ni mezclar con aceite. Al momento de servir, hornéalas en aceite caliente hasta que queden crujientes y doradas. Las sobras pueden recalentarse en horno o Air Fryer para recuperar su textura, pero no son adecuadas para congelación, ya que pierden firmeza.
Antes de continuar con la receta completa, te invitamos a descubrir otros acompañamientos de patata que combinan muy bien en una mesa festiva:
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Selección de patata y factor de cocción
Las patatas ricas en almidón, como las variedades harinosas, favorecen una textura interna ligera y una superficie áspera tras el hervido, perfecta para dorarse al horno. Si se utilizan patatas más cerosas, el interior será más firme y la superficie menos crujiente. La técnica combina hervido controlado, uso de aceite caliente y horneado a alta temperatura para obtener patatas doradas, crujientes y llenas de sabor, listas para acompañar tus recetas navideñas favoritas.
- Precalentar el horno:
Ajusta el horno a 220 °C (425 °F). Usa la función con ventilador si está disponible para un extra de crujiente. - Hervir las patatas:
Coloca 900 g de patatas en una olla grande y cúbrelas con agua fría. Añade 5 g de sal. Lleva a ebullición y cocina durante 10 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente blandos. No deben quedar totalmente hechas. - Escurrir y agitar:
Escurre las patatas en un colador. Déjalas reposar 2 minutos para que el vapor se evapore. Agita suavemente el colador para que los bordes se vuelvan rugosos. La superficie debe verse ligeramente áspera: esto ayudará a obtener una textura crujiente al hornearse. - Calentar el aceite:
Vierte 60 ml de aceite vegetal en una bandeja de horno grande y colócala en el horno durante 5 minutos. El aceite debe estar bien caliente y brillante. - Cubrir las patatas con el aceite caliente:
Retira la bandeja del horno con cuidado. Añade las patatas precocidas al aceite caliente. Usa pinzas o una espátula para cubrir cada trozo de manera uniforme. - Sazonar las patatas:
Espolvorea 3 g de ajo en polvo y 1 g de pimienta negra sobre las patatas. Mezcla suavemente para repartir el condimento. - Hornear hasta que estén doradas:
Hornea durante 30–35 minutos, girando las patatas cada 10 minutos. Deben quedar bien doradas y crujientes por todos sus lados.
Señal visual: la superficie estará dorada y con textura burbujeante.
Si aún no están doradas, hornea 5 minutos más. - Añadir las hierbas y terminar:
Retira del horno y espolvorea 3 g de romero fresco picado y más sal al gusto. Deja reposar 2 minutos para que la superficie se asiente. - Decorar y servir:
Pasa las patatas a una fuente y añade 3 g de perejil fresco picado. Sirve calientes y crujientes.
FAQ question¿Cómo consigo que las patatas queden crujientes de verdad?
La clave es hervir primero las patatas, agitarlas para crear bordes rugosos y luego asarlas a temperatura alta (220 °C). Usar aceite muy caliente y girarlas varias veces durante el horneado asegura una capa crujiente y dorada.
FAQ question¿Puedo preparar las patatas con antelación?
Sí. Puedes hervir y agitar las patatas con antelación, dejarlas enfriar y guardarlas sin aceite ni condimentos hasta 24 horas en la nevera. Luego solo tienes que hornearlas en aceite caliente justo antes de servir para que vuelvan a quedar crujientes. No se recomienda hornearlas del todo antes de tiempo.
FAQ question¿Qué tipo de patatas son las mejores para esta receta?
Las patatas ricas en almidón, como las harinosas, son ideales. Logran un interior tierno y una superficie más áspera tras hervirlas, lo que facilita el dorado crujiente en el horno. Las variedades cerosas quedan más firmes y menos crujientes.
FAQ question¿Son aptas para personas con alergias o dietas especiales?
Sí. Las patatas al horno crujientes son sin gluten, sin lácteos y veganas. Usa aceite vegetal y asegúrate de que los condimentos estén libres de alérgenos cruzados si cocinas para personas sensibles.
FAQ question¿Puedo hacerlas en Air Fryer en lugar del horno?
Sí. Tras hervir y sazonar, cocina las patatas en la Air Fryer a 200 °C (400 °F) durante 20–25 minutos, agitando el cestillo a mitad de tiempo. No se doran tanto como en horno tradicional, pero quedan muy crujientes.
FAQ question¿Cómo mantengo las patatas calientes sin que pierdan el crujido?
Colócalas sobre una rejilla encima de una bandeja y mantenlas en el horno a 120 °C con ventilador encendido. No las cubras, ya que el vapor las ablanda.
FAQ question¿Con qué platos combinan mejor estas patatas navideñas?
Van perfectas con pavo asado, ternera, cordero o platos vegetarianos festivos. Añade un toque de perejil fresco o romero para una presentación elegante y aromática.
He preparado estas patatas al horno crujientes en numerosas cenas navideñas y cada vez perfecciono el punto exacto entre el crujiente exterior y la suavidad interior. Este método lo fui puliendo tras muchas pruebas con diferentes tipos de patata y temperaturas de horno.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional.
Mejor forma de servir las patatas al horno crujientes
Las patatas al horno crujientes – perfectas para Navidad se disfrutan al máximo recién salidas del horno, cuando la superficie sigue dorada y crujiente. El interior suave y tierno contrasta con la textura exterior, lo que las convierte en la guarnición ideal para platos principales de carne, aves o recetas vegetarianas festivas. Se pueden presentar en la misma bandeja de horneado o pasarlas a una fuente decorada con romero o perejil fresco para un toque final de color y aroma.
Plato ideal para cenas navideñas y celebraciones
Estas patatas combinan ingredientes básicos y una técnica sencilla que garantiza resultados profesionales sin complicaciones. Su tiempo total de preparación de 60 minutos permite organizar fácilmente el menú de una comida especial sin estrés. Son naturalmente sin gluten, sin lácteos y aptas para veganos, lo que las convierte en una opción versátil y cómoda al cocinar para grupos con diferentes necesidades alimentarias. También pueden precocerse antes del evento para ahorrar tiempo el día de la celebración.
Máximo sabor con un método simple
El dorado perfecto nace de hervir brevemente las patatas, crear una superficie rugosa para favorecer el crujido y asarlas en aceite caliente a alta temperatura. El ajo en polvo, la sal y las hierbas frescas refuerzan el sabor sin necesidad de ingredientes complicados. Cada bocado ofrece una mezcla de textura crujiente por fuera y suavidad por dentro, con un sabor cálido y reconfortante que se integra en cualquier menú navideño.
Lo que hace especial a este plato
- Textura crujiente garantizada
- Preparación sencilla con ingredientes básicos
- Apto para dietas veganas y sin gluten
- Listo en solo 60 minutos
- Combina con carnes, pescado y platos vegetarianos
Las patatas al horno crujientes destacan por su equilibrio perfecto entre sabor, textura y facilidad. Son la elección ideal para comidas festivas como Navidad, Año Nuevo o reuniones familiares donde una guarnición sencilla, elegante y sabrosa marca la diferencia.
Alérgenos
- Ninguno (naturalmente sin gluten)
Sugerencias de sustitución
- Sustituye el aceite vegetal por aceite de aguacate o de girasol.
- Cambia el romero fresco por romero seco (½ tsp / 1 g), pero usa menos cantidad al ser más concentrado.
Vitaminas y minerales (por ración)
- Vitamina C: 18 mg – refuerza el sistema inmunitario
- Potasio: 620 mg – ayuda a regular el equilibrio de líquidos
- Vitamina B6: 0,3 mg – apoya el metabolismo
- Hierro: 1,2 mg – contribuye al transporte de oxígeno
Antioxidantes (por ración)
- Ácido clorogénico: 20 mg – protege las células del estrés oxidativo
- Flavonoides: 12 mg – puede ayudar a reducir la inflamación





